jueves, 25 de septiembre de 2025

7 Lecciones Inesperadas de los Monjes del Desierto que Desafiarán tu Concepto de la Fe

Introducción: Más Allá del Silencio Contemplativo

Cuando pensamos en un monje, la imagen que suele acudir a la mente es la de una figura serena, pacífica, dedicada a la oración silenciosa y al trabajo contemplativo en un claustro remoto. Es una imagen de quietud y equilibrio espiritual. Sin embargo, los textos antiguos sobre los primeros solitarios cristianos de los desiertos de Siria pintan un cuadro radicalmente distinto: uno mucho más extremo, extraño e intenso. Lejos de la serenidad predecible, sus vidas eran lienzos de sufrimiento autoimpuesto, combates literales con demonios y una renuncia al mundo que desafía la comprensión moderna.
Este artículo explora siete de las lecciones y prácticas más sorprendentes, contraintuitivas e impactantes extraídas de las vidas de estos ascetas. No son parábolas reconfortantes, sino ventanas a una forma de fe radicalmente diferente, una que buscaba a Dios no a pesar del sufrimiento, sino a través de él.
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1. La Sabiduría No Nacía en las Aulas, sino en el Silencio Absoluto
En nuestra era, asociamos el intelecto con la educación formal y el debate académico. La idea de que una mente brillante pudiera forjarse en el aislamiento total, sin libros ni maestros, resulta paradójica. Sin embargo, muchos de estos solitarios, a pesar de su extremo aislamiento, eran considerados gigantes intelectuales y teológicos.
Un ejemplo notable es el de San Baradat. Su ascetismo fue una progresión deliberada hacia una mayor austeridad: se encerró primero en una pequeña cabaña para entregarse a la contemplación y, más tarde, se construyó una caja de madera sobre una roca, tan pequeña que debía permanecer siempre encorvado. A pesar de estas condiciones, el historiador Teodoreto afirmaba que razonaba con más solidez "que los que se ejercitaban en las sutilezas de Aristóteles". Su sabiduría era tan respetada que el propio emperador León le escribió para consultarle sobre asuntos teológicos tan complejos como las conclusiones del Concilio de Calcedonia. En su respuesta, Baradat disertó doctamente sobre el misterio de la Encarnación y la Eucaristía. El aislamiento extremo, en lugar de atrofiar la mente, parecía forjar en ellos una claridad de pensamiento inusual, libre de las distracciones y el ruido del mundo.
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2. El Cuerpo No Era un Templo, sino un Campo de Batalla
La espiritualidad contemporánea a menudo promueve la idea del cuerpo como un templo que debe ser cuidado y respetado. Para los monjes del desierto, el cuerpo era un campo de batalla, un obstáculo para la vida espiritual que debía ser sometido, dominado y castigado a través de austeridades físicas extremas y a menudo creativas. San Baradat, por ejemplo, se construyó su caja "tan pequeña, que no podía tenerse de pié, y tenia que estar encorvado", exponiéndose además a todas las inclemencias del tiempo. La penitencia de San Taleleo fue aún más allá, al imaginar lo que el historiador Teodoreto llamó un "nuevo género de penitencia, de que hasta entónces no se habia dado ejemplo". Durante diez años, vivió dentro de una jaula que él mismo fabricó, compuesta por dos ruedas unidas por tablas, que lo mantenía en una "constante tortura", con la cabeza permanentemente pegada a las rodillas.
Cuando Teodoreto le preguntó por qué se había condenado a un tormento tan extraordinario, la lógica de San Taleleo fue tan directa como impactante:
Como me siento culpable, dijo, de muchos pecados, y no puedo dudar de los castigos de la otra vida, si no los expió en esta, he escogido el medio que considero más á propósito, y castigo mi cuerpo, como veis con menores y voluntarias penas, para evitar los suplicios que he merecido...
Desde una perspectiva moderna, donde el bienestar físico se considera parte integral de la salud espiritual, esta visión del cuerpo como un enemigo a vencer resulta profundamente chocante.
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3. La Humildad Podía Ser una Forma de Espectáculo Público
La humildad se entiende hoy como un estado interior de modestia, una virtud silenciosa. Para algunos monjes del desierto, sin embargo, era una herramienta activa que a veces requería un espectáculo público. En una paradoja fascinante, la búsqueda de la humildad podía conducir a comportamientos extraños y deliberadamente vergonzosos, diseñados para atraer el desprecio de los demás y así aniquilar el orgullo.
El caso de San Efrén es paradigmático. Para evitar ser nombrado obispo, un honor que consideraba un peligro para su alma, "se fué á la plaza, dando vueltas cual un loco, desgarrando sus vestidos, y comiendo en medio de la gente". Su objetivo no era otro que parecer indigno y demente, asegurándose así de que nadie lo considerara para un puesto de autoridad.
En contraste, otros como Polícrono practicaban una humildad oculta. Oraba toda la noche con una pesada raíz de encina sobre sus espaldas, pero se la quitaba "tan luego como alguien llamaba á la puerta" para que nadie fuera testigo de su penitencia. Estos ejemplos revelan una distinción crucial: la diferencia entre la humildad como un estado interior y la humillación como una herramienta activa para combatir el orgullo, un concepto casi ajeno al pensamiento contemporáneo.
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4. La Guerra Espiritual Era Literal y Tenía Demonios Visibles
Para nosotros, la "lucha contra nuestros demonios" es una metáfora de la batalla psicológica interna. Para los solitarios de Siria, no era una metáfora en absoluto. La guerra espiritual era un combate literal y físico contra entidades demoníacas que se manifestaban de forma tangible para atormentarlos y desviarlos de su camino.
Las crónicas de la vida de San Jacobo el Sirio están repletas de estos enfrentamientos. El demonio se le apareció durante diez días consecutivos "bajo la repugnante figura de un etiope que arrojaba fuego por los ojos". En otras ocasiones, los ataques eran más sutiles pero igualmente físicos: el demonio le hizo oír el ruido de un carruaje y un numeroso cortejo para distraerle de la oración. El ataque más persistente fue contra su sustento más básico: el agua. Tres veces consecutivas, el demonio interceptó al hombre que le llevaba agua, provocando que el santo pasara quince días sin una gota. Esta visión del mundo, donde lo espiritual y lo físico se entrelazan de forma tan directa, revela una cosmología muy diferente a la nuestra, una en la que la batalla contra el mal era una realidad tangible y cotidiana.
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5. Incluso un Santo Podía Huir (y Encontrar una Redención Inesperada)
Las historias de los santos a menudo se presentan como relatos lineales de virtud inquebrantable. La vida de San Malch, sin embargo, parece una novela de aventuras que nos muestra un lado mucho más humano, falible e impredecible del camino monástico.
Malch, un joven monje, decidió abandonar su monasterio en contra del consejo explícito de su abad, quien le lanzó una advertencia profética:
Te miro, hijo mió, como si estuvieses marcado con el carácter de Satanás : no me alegues pretexto alguno : no admito excusas : la oveja que se separa del rebaño está expuesta á ser devorada por los lobos.
La advertencia se cumplió. En su camino, Malch fue capturado por sarracenos junto a otra mujer cristiana. Fueron "puesto atados sobre un camello" y llevados a las profundidades del desierto, sin "otro alimento que un poco de carne casi cruda y leche de camellos". Allí, su amo intentó forzarlo a casarse con la mujer. Para preservar su castidad, ambos acordaron vivir como hermanos mientras fingían ser un matrimonio. Encargado de guardar un rebaño, Malch encontraba consuelo en su desgracia, imaginándose a sí mismo como "Jacob yá Moisés apacentando sus rebaño en el desierto".
Su historia culmina con una fuga dramática en la que una leona, enviada providencialmente, mata a su amo perseguidor antes de que pudiera capturarlos. Esta narrativa demuestra que el camino espiritual no era una línea recta. Incluso una decisión equivocada, guiada por la desobediencia, podía, a través de la fe y la perseverancia en medio de la adversidad, transformarse en una extraordinaria historia de salvación.
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6. La Fe Extrema Exigía un Testimonio Extremo
En tiempos de persecución, la fe no era una convicción privada, sino un testimonio público que podía exigir el sacrificio final. La historia del martirio de Santa Febronia es quizás el ejemplo más impactante de resistencia y fe inquebrant- able frente a una brutalidad inimaginable.
El juez Selenio, atraído por su belleza, le ofreció matrimonio, riquezas y honor si renunciaba a su fe. Ante su negativa, comenzó un calvario de tortura sistemática: fue desnudada, azotada, sus costados fueron abiertos con peines de hierro, y finalmente, sus pechos, manos y pies fueron cortados. Durante su tormento, mientras el fuego le consumía, sus únicas palabras fueron una súplica:
Venid, Señor, en mi auxilio, y no me abandonéis en esta hora.
Su valor tuvo un efecto inesperado. Lisímaco, el sobrino del juez, y el conde Primus, que presenciaron su martirio, quedaron tan impactados por su fortaleza que se convirtieron al cristianismo. La historia, sin embargo, no termina ahí. Selenio, su torturador, "lleno de furor contra sí mismo, cual fiera que dá mugidos, se estrelló contra una columna, y murió". Este relato gráfico demuestra que, para estos primeros cristianos, la fe no era una filosofía abstracta, sino una convicción tan real que estaban dispuestos a sacrificar su integridad física de la forma más horrible, convencidos de una realidad trascendente más importante que la vida misma.
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7. Existían Monjes que Vivían como Animales del Campo
Incluso dentro del ascetismo extremo, existían prácticas que desafiaban toda categoría. Una de las más extrañas fue la de los Pastores, un grupo de anacoretas que llevaban la renuncia a la civilización a su conclusión más lógica y radical. No tenían casa ni celda, viviendo al aire libre o en cavernas. No comían pan, ni carne, ni nada cocido al fuego; su alimento consistía en hierbas silvestres que cortaban con una podadera, de ahí su nombre.
San Efrén los describió con una admiración poética, viéndolos no como simples ermitaños, sino como figuras heroicas de un ideal espiritual radicalmente puro. Eran "mercaderes que salen de su pais para buscar la margarita de inestimable valor" y "generosos atletas que se hacen ilustres por los trabajos de la virtud". Su presencia tenía un efecto transformador en la sociedad que habían abandonado: "Cuando alguno de ellos se presenta en alguna parte, todo el pais se llena de gozo y manifiesta su piadosa alegría". En su descripción, se convierten en un rebaño místico guiado directamente por el "soberano Pastor":
Cual palomas, se remontan á lo alto, y fijan su morada en la cruz. Cual místico rebaño, se extienden por el desierto, y reconocen la voz del soberano Pastor, lleno de bondad y de misericordia.
Este grupo representa quizás la renuncia más completa a la sociedad humana, un intento de vivir en un estado de naturaleza pura, sostenido únicamente por la fe, desafiando incluso nuestras nociones más básicas de lo que significa ser un monje.
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Conclusión: Una Fe de Extremos en un Mundo de Comodidad
Las vidas de los Padres y Madres del Desierto nos muestran una fe vivida en sus extremos más absolutos: de dolor y de éxtasis, de humillación pública y de guerra espiritual tangible. Su mundo, forjado en la austeridad del desierto, era uno en el que el cuerpo era un enemigo, el silencio un maestro y el martirio un triunfo.
Este universo espiritual contrasta violentamente con el nuestro, que a menudo busca la comodidad, el equilibrio y la moderación en todos los aspectos de la vida, incluida la espiritualidad. Sus historias no son fáciles ni reconfortantes, pero nos obligan a cuestionar nuestras propias suposiciones sobre la fe, el propósito y el sacrificio. En una época que valora la comodidad por encima de casi todo, ¿qué lecciones, por incómodas que sean, podemos rescatar de aquellos que buscaron la verdad en el corazón mismo del sufrimiento y la renuncia?


martes, 9 de septiembre de 2025

COMENTARIO DE SAN BERNARDO SOBRE JUAN 6:60

 Jua 6:60  Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?


Los que no recibieron el llamado del Padre, los que no estaban predestinados a oír y recibir en su corazón la palabra, la encontraron dura e imposible de creer, y la rechazaron. (Edwing P.)


++ San Bernardo de Claraval dice: Leemos en el Evangelio que en cierta ocasión, al predicar el Salvador y al exhortar a sus discípulos a participar de su pasión comiendo sacramentalmente su carne, hubo quienes dijeron: Este modo de hablar es duro. Y dejaron ya de ir con él. Preguntados los demás discípulos si también ellos querían marcharse, respondieron: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna. Lo mismo os digo yo, queridos hermanos. Hasta ahora para algunos es evidente que las palabras que dice Cristo son espíritu y son vida, y por eso lo siguen. A otros, en cambio, les parecen inaceptables y tratan de buscar al margen de él un mezquino consuelo. Está llamando la sabiduría por las plazas, en el espacioso camino que lleva a la perdición, para apartar de él a los que por él caminan. 

Finalmente, dice: Durante cuarenta años aquella generación me asqueó, y dije: "Es un pueblo de corazón extraviado". Y en otro salmo se lee: Dios ha hablado una vez. Es cierto: una sola vez. Porque siempre está hablando, ya que su palabra es una sola, sin interrupción, constante, eterna. Esta voz hace reflexionar a los pecadores. Acusa los desvíos del corazón: y en él vive, y dentro de él habla. Está realizando, efectivamente, lo que manifestó por el profeta, cuando decía: Hablad al corazón de Jerusalén. Ved, queridos hermanos, qué provechosamente nos advierte el salmista que, si escuchamos hoy su voz, no endurezcamos nuestros corazones. Casi idénticas palabras encontramos en el Evangelio y en el salmista. El Señor nos dice en el Evangelio: Mis ovejas escuchan mi voz. Y el santo David dice en el salmo: Su pueblo (evidentemente el del Señor), el rebaño que él guía, ojalá escuchéis hoy su voz: "No endurezcáis el corazón." Escucha, finalmente, las palabras del profeta Habacuc. No usa de eufemismos, sino de expresiones claras, pero que expresan solicitud, para dirigirse a su pueblo: Me pondré de centinela, en pie vigilaré, velaré para escuchar lo que me dice, qué responde a mis quejas. También nosotros, queridos hermanos, pongámonos de centinela, porque es tiempo de lucha.

Adentrémonos en lo íntimo del corazón, donde vive Cristo. Permanezcamos en la sensatez, en la prudencia, sin poner la confianza en nosotros, fiándonos de nuestra débil guardia. De los sermones de san Bernardo, abad (Sermón 5 sobre diversas materias, 1-4: Opera omnia, edición cisterciense, 6, 1 [1970], 98-103).




miércoles, 27 de agosto de 2025

COMENTARIOS DE JUAN CALVINO Y DE COLUMBANO DE JUAN 7:37... JESÚS FUENTE DE AGUA VIVA

 Jua 7:37  En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.


J. Calvino dice: Si alguno tiene sed... Mediante esta cláusula exhorta a todos a participar de sus bendiciones, siempre que, por la convicción de su propia pobreza, deseen obtener ayuda. Porque es cierto que todos somos pobres y desprovistos de toda bendición, pero está lejos de ser cierto que todos se sientan impulsados por la convicción de su pobreza a buscar alivio. De ahí surge que muchas personas no mueven un pie, sino que miserablemente se marchitan y se pudren, e incluso hay muchísimos que no se ven afectados por la percepción de su vacuidad, hasta que el Espíritu de Dios, por su propio fuego, enciende el hambre y la sed en sus corazones. Pertenece al Espíritu, por tanto, hacernos desear su gracia.


++ San Columbano dice: Amadísimos hermanos, escuchad nuestras palabras, pues vais a oír algo realmente necesario; y mitigad la sed de vuestra alma con el caudal de la fuente divina, de la que ahora pretendemos hablaros. Pero no la apaguéis del todo: bebed, pero no intentéis saciaros completamente. La fuente viva, la fuente de la vida nos invita ya a ir a él, diciéndonos: El que tenga sed que venga a mí y que beba. Tratad de entender qué es lo que vais a beber. Que os lo diga Jeremías. Mejor dicho, que os lo diga el que es la misma fuente: Me abandonaron a mí, fuente de agua viva -oráculo del Señor-. Así, pues, nuestro Señor Jesucristo en persona es la fuente de la vida. Por eso, nos invita a ir a él, que es la fuente, para beberlo. Lo bebe quien lo ama, lo bebe quien trata de saciarse de la palabra de Dios. El que tiene suficiente amor también tiene suficiente deseo. Lo bebe quien se inflama en el amor de la sabiduría. Observad de donde brota esa fuente. Precisamente de donde nos viene el pan. Porque uno mismo es el pan y la fuente: el Hijo único, nuestro Dios y Señor Jesucristo, de quien siempre hemos de tener hambre. Aunque lo comamos por el amor, aunque lo vayamos devorando por el deseo, tenemos que seguir con ganas de él, como hambrientos. Vayamos a él, como a fuente, y bebamos, tratando de excedernos siempre en el amor; bebamos llenos de deseo y gocemos de la suavidad de su dulzura. Porque el Señor es bueno y suave; y, por más que lo bebamos y lo comamos, siempre seguiremos teniendo hambre y sed de él, porque esta nuestra comida y bebida no puede acabar nunca de comerse y beberse; aunque se coma, no se termina, aunque se beba, no se agota, porque este nuestro pan es eterno y esta nuestra fuente es perenne y esta nuestra fuente es dulce. Por eso, dice el profeta: Sedientos todos, acudid por agua. Porque esta fuente es para los que tienen sed, no para los que ya la han apagado. Y, por eso, llama a los que tienen sed, aquellos mismos que en otro lugar proclama dichosos, aquellos que nunca se sacian de beber, sino que, cuanto más beben, más sed tienen. Con razón, pues, hermanos, hemos de anhelar, buscar y amar a aquel que es la Palabra de Dios en el cielo, la fuente de la sabiduría, en quien, como dice el Apóstol, están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer, tesoros que Dios brinda a los que tienen sed. Si tienes sed, bebe de la fuente de la vida; si tienes hambre, come el pan de la vida. Dichosos los que tienen hambre de este pan y sed de esta fuente; nunca dejan de comer y beber y siempre siguen deseando comer y beber. Tiene que ser muy apetecible lo que nunca se deja de comer y beber, siempre se apetece y se anhela, siempre se gusta y siempre se desea; por eso, dice el rey profeta: Gustad y ved qué dulce, qué bueno es el Señor. De las instrucciones de san Columbano, abad (Instrucción 13, Sobre Cristo, fuente de vida, 1-2: Opera, Dublín 1957, pp. 116-118).




miércoles, 20 de agosto de 2025

COMENTARIOS A LA PRIMERA CARTA DE JUAN CAPITULO 2 VERSICULO 10 Y 11 (1JN 2:10-11)

 1Jn 2:10-11  El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.  (11)  Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Sin amor nada, con amor todo... Demos amor, amemos en la posibilidad e imposibilidad, dejemos lo más que podamos en este mundo, amor y misericordia, si queremos ser recibidos con amor, perdón y misericordia por el Padre. Permanezcamos en su luz que alumbra todo, para no tropezar; y que más luz que andar en el amor, sembrar amor como Cristo, y disipar toneladas de tinieblas en este mundo con gestos llenos de amor. 

La tiniebla nubla a todo aquel que alberga en su corazon oscuridades. Que no nos extrañe esto, ya que nuestro amado Jesús lo dijo [ver Mat_15:18-20; Luc_6:43-49]. Cuando en el corazón se guarda odio, envidia o rencor al prójimo, o a sí mismo, o a Dios, esa persona le está permitiendo a la oscuridad que nuble la luz, y que ella sea la que gobierne.

Juan deja en claro que dichas tinieblas enceguecen al hombre en su andar espiritual. No le permite tampoco escuchar la voz de Cristo que lo guía, tampoco la voz guía del Espiritu Santo, por lo que está perdido y no sabe cómo ni por dónde caminar. Desechemos toda oscuridad y tinieblas de nuestro ser, permitiendo a Jesús, la Luz del mundo, entrar en nuestro corazón. Y cuando el viene, trae paz, amor, perdón y misericordia. Edwing P.

++ San Simeón el nuevo Teólogo dice: La persona que ve con ojos físicos sabe cuándo es de noche y cuándo es de día; el ciego ignora ambas cosas. La persona que ha llegado a ver con los ojos del espíritu, y que ha contemplado la luz verdadera e inextinguible, sabe conscientemente cuándo se ve privado de ella si regresa, por pereza, a su antigua ceguera; y no ignorará por qué ha sucedido esto. Pero el ciego de nacimiento, y que lo sigue siendo, no sabe nada de estas cosas por experiencia personal de su funcionamiento. Filocalia Texto completo, pag 891.



lunes, 4 de agosto de 2025

PROFUNDIZANDO EN LAS ESCRITURAS: PROVERBIOS CAPÍTULO 1 A FONDO.

 Pro 1:1  Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 

++ San Pafnucio Bubalo dice: "Los tres libros de Salomón, continua Pafnucio, tienen relación con estas tres clases de renunciación; porque los Proverbios nos enseñan á salir de la tierra y á renunciar á todos los desarreglos y á todos los vicios; Eclesiastés nos enseña á renunciar á todo lo que hay sobre la tierra, di- ciéndonos que lo que sucede debajo del sol no es más que vanidad; el Cantar de los Cantares, levantando el alma sobre todo lo que es visible, la une á Dios por la continua meditación de su palabra y por la contemplación de las cosas del cielo.

Pero nos seria poco útil haber cumplido perfectamente la primera renunciación, por medio de una fé viva y humilde, si no cumpliéramos la segunda con la misma vigilancia y con el mismo ardor. De esta manera podremos saltar después á la tercera, no pensando más que en el cielo. Entonces podemos decir con el Aposto!: Somos ciudadanos del cielo de donde esperamos á Jesucristo nuestro Salvador, que reformará el cuerpo de nuestra bajeza y lo hara conforme á su cuerpo glorioso." "Las Vidas de los Padres del Desierto" Tomo II pag 139.


Pro 1:2  Para entender sabiduría y doctrina,  Para conocer razones prudentes,

Straubinger dice: Para aprender, etc. Notemos la audacia de este título. ¿Qué autor se atrevió jamás a pretender que él iba a enseñar a todos la sabiduría? Es éste un sello de la suprema autoridad divina; así enseñaba Jesús, dice el Evangelio: con autoridad propia, y no a la manera de los otros maestros (Mar_1:22, etc.). Sabiduría significa más que prudencia y ciencia; consiste en el conocimiento de Dios y una vida conforme a su voluntad. Véase Introducción y la estupenda definición del Espíritu de Sabiduría en Sab_7:22-25 s. Por lo demás, para la inteligencia espiritual de todos los textos en que habla la Sabiduría (p. ej. Sab_9:3-6 ss.) debemos tener presente que esa Sabiduría personificada es la Palabra (Verbo, Logos), que se hizo Redentor nuestro. Tales enseñanzas adquieren así todo su valor, incomparablemente sublime y deleitoso, para el que conoce el Nuevo Testamento. Cf. Sal_119:89 y nota.

++ Ver nota del verso en "la Biblia de Estudio de la Reforma", editada por R.C Sproul.


Pro 1:3  Para recibir el consejo de prudencia,  Justicia, juicio y equidad;

Al recibir mediante la palabra de Dios estos proverbios recogidos y dichos por Salomón, no sólo lo guardamos en nuestra mente y corazón simplemente en el intelecto, sino que también moldea y transforma nuestra vida, renovando nuestra mente (Rom_12:2), haciéndonos prudentes en la palabra de Dios, haciendo justicia en nuestra vida práctica, viendo todo con juicio (y teniendo una vida justa, bajo la obediencia de Cristo), y siendo equitativos. Por lo tanto, no es simplemente acumular estos dichos en nuestra mente, sino ponerlos por práctica en nuestra vida, cosa imposible sin el Espíritu Santo de Dios en nosotros. Edwing P.

++ San Jerónimo dice: Confesar que somos imperfectos; que aún no lo hemos conseguido; y que aún no lo hemos obtenido. Ésta es la verdadera sabiduría en el hombre: saber que es imperfecto; y, si se me permite decirlo, la perfección de todos los justos que viven en la carne es imperfecta. De donde también leemos en Proverbios: "Para entender la verdadera justicia". Porque a menos que también hubiera una justicia falsa, la justicia de Dios nunca sería llamada justicia verdadera. Contra los pelagianos 1.14a.


Pro 1:4  Para dar sagacidad a los simples,  Y a los jóvenes inteligencia y cordura.

A los simples, a los humildes que no tuvieron educación, Dios les enseñará en este libro los rudimentos necesarios para andar en esta vida, para que alcancen madurez tanto espiritual, como saberse manejar en los bienes de este mundo. A los jóvenes les ayudará grandemente este libro pues les será de guía para la toma de decisiones que harán en sus vidas, y en general, para toda persona que quiera beber de la sabiduría y adquirir tesoros preciosos de ella. Edwing P.


Pro 1:5  Oirá el sabio, y aumentará el saber, Y el entendido adquirirá consejo,

Los sabios son los que pondrán en práctica estos dichos en su vida, y tomarán consejo del buen camino que seguirá en su vida. Edwing P.

++ San Pedro de Damasco dice: Es excelente buscar consejo sobre todo, pero sólo de quienes tienen experiencia... es peligroso preguntar preguntas a los inexpertos, porque no poseen discriminación. Con la Discriminación (discernimiento) sabe cuándo ha llegado el momento, qué medios emplear, el estado interior del interrogador, qué nivel ha alcanzado, su fuerza, su grado de conocimiento espiritual y su intención, así como el propósito de Dios y el significado de cada verso de la Santa Escritura y mucho más. Por lo tanto, quien carece de discriminación puede esforzarse enormemente, pero no puede lograr nada; mientras que quien la posee es guía de los ciegos y luz de los que están en tinieblas (cf. Rom_2:19). Debemos remitir todo a esa persona y aceptar todo lo que diga, incluso si debido a nuestra inexperiencia no vemos su importancia tan bien como nos gustaría. En efecto, quien tiene discriminación debe ser reconocido especialmente por el hecho de que es capaz de comunicar el sentido de lo que dice incluso a quienes no quieren saberlo. Porque el Espíritu escudriña las cosas; y la presencia de Dios tiene el poder de persuadir a creer incluso a un intelecto poco dispuesto. Es lo que ocurrió en el caso de Jonás (cf. Jon_1:3), Zacarías (cf. Luc_1:18) y - el monje David, en otro tiempo bandolero, a quien el ángel impidió decir nada excepto los salmos que recitaba, según su regla de oración. Filocalia Texto completo, pag 785-786.


(Pro 1:6)  Para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos.

(Pro 1:7)  El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;  Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Amonestaciones de la Sabiduría

La sabiduría de Dios se diferencia de la mundana en su base, que es el temor al Señor. Los pecadores insensatos desprecian la palabra de Dios, fuente de Sabiduría que nos muestra a Cristo, el Verbo, la Sabiduría encarnada como hombre. Más los que temen al Señor, y le obedecen, beben de la fuente, y son alimentados y enseñados por la Sabiduría misma, que es Jesucristo. Edwing P.

 ++ San Dídimo el Ciego dice: Conocer el bien no es suficiente para alcanzar la bienaventuranza, si no se pone en práctica el bien con las obras. La piedad hacia Dios es en realidad el comienzo del conocimiento. Comentario a los Proverbios de Salomón, Fragmento 1.7.

 ++ San Ambrosio dice: El que teme al Señor se aparta del error y dirige sus caminos por el camino de la virtud. A menos que un hombre tema al Señor, no puede renunciar al pecado. Seis Días de la Creación 1.4.12.

 ++ Straubinger dice: Se revelan aquí las raíces de la sabiduría, que solamente tiene valor y eficacia cuando se inspira en el temor del Señor. La voz hebrea yirah, que se ha traducido por temor, no significa el sentimiento egoísta del miedo, según se ve en Pro_29:25 sino la suma reverencia, que teme desagradar a Dios. “No es un terror, sino un conocimiento; no se forma en los bajos temblores y miedos de la naturaleza, sino en el alma que la ley divina inunda de luz, transformándola en amor, en obras de vida pura, y en hambre de la verdad divina (San Hilario).

 ++ Felipe Scío de S. Miguel dice: Después de haber propuesto las causas de la sabiduría, explica ahora, como se han de quitar los estorbos que hay para llegar a ella, comenzando por la avaricia que es la raiz de todos los males, 1Ti_6:10, Por pecadores, (insensatos RV60) se entienden aquí los amadores del mundo; pues este según Stg_4:4, es el enemigo de Dios.

 ++ Ver nota 4 de Tertuliano en la Biblia de Estudio "Patrística".

 ++ Ver nota 4 de M. Henry en la Biblia de Estudio "M. Henry".

 ++ Para ver cómo la fe reverencia a Dios como dueño, y lo ama como a Padre, Ver J. Calvino, "Institución de la Religión Cristiana" Tomo I pag 500-501.


Pro 1:11  Si dijeren: Ven con nosotros; Pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivo al inocente;

Esto es: El mundo y los demonios siempre se juntarán para ofrecernos caminos más "fáciles" de conseguir felicidad y lo que querramos. Más sus caminos son engaño, que llevan más bien a la muerte y a la condenación. Edwing P.

 ++ San Agustín dice: Hay un texto en Proverbios que está lejos de ser oscuro y que su relación con Cristo y su posesión, la iglesia, puede comprenderse sin tales problemas. Los hombres malvados están hablando: “Escondamos injustamente en la tierra al justo, traguémoslo vivo como el infierno. Borremos de la tierra su memoria, pongamos nuestras manos sobre su preciosa posesión”. Esto se parece mucho a lo que el mismo Señor Jesús, en una de las parábolas del Evangelio, pone en boca de los viñadores malvados: “Éste es el heredero; venid, matémoslo y tendremos su herencia”. [Mat_21:38] Ciudad de Dios 17.20. (Ver el com. de Scío en Nota de Estudio Pro_1:14).


Pro 1:12  Los tragaremos vivos como el Seol, Y enteros, como los que caen en un abismo; 

San Clemente de Alejandría dice: En palabras de Salomón: “Hijo mío, no dejes que los pecadores te engañen, no andes en sus caminos. No caminéis si os incitan diciendo: Venid con nosotros, compartamos sangre inocente: escondamos al justo en la tierra injustamente, traguémoslo vivo como en el infierno”. Este último pasaje es también una profecía de la pasión del Señor. Cristo Educador 1.10.94-95.


Pro 1:14  Echa tu suerte entre nosotros; Tengamos todos una bolsa.

Felipe Scío de S. Miguel dice: Muchos Padres con S. Agustín de Civit. Dei Lib. xvii. Cap. xx. (comentario citado en la Nota de Estudio de Pro_1:11) reconocen en estos versículos una Profecía de los que tramaron la muerte a Jesucristo...


Pro 1:16  Porque sus pies corren hacia el mal, Y van presurosos a derramar sangre.

San Gregorio Nacianceno dice: Bueno es para los pies que no se apresuren a derramar sangre ni a correr hacia el mal, sino que sean impulsados a correr hacia el evangelio y el premio [Ver Flp_3:14] del alto llamamiento, y recibir a Cristo que los lava y limpia. Sobre el Santo Bautismo, Oración 40,39.


Pro 1:17  Porque en vano se tenderá la red Ante los ojos de toda ave;

Orígenes dice: Si, pues, las redes no se tienden injustamente para los pájaros, como se dice en Proverbios, sino que Dios con justicia lleva a los hombres a la trampa, como está dicho: “Tú nos metiste en la trampa” [Sal_66:11 (65:11). LXX).] y si ni siquiera un gorrión, el más barato de los pájaros, cae en la trampa sin la voluntad del Padre [Mat_10:29] (su caída en la trampa se debe a que no utilizó adecuadamente el poder de sus alas dado a volar), oremos para no hacer nada que merezca ser llevado a la tentación. Por el justo juicio de Dios, los impíos son entregados a la inmundicia por Dios o a las concupiscencias de su propio corazón; o son entregados a afectos vergonzosos; o, al no haber demostrado tener pleno conocimiento de Dios, son entregados a una mente reprobada para hacer lo que es vergonzoso. [ Rom_1:24, Rom_1:26, Rom_1:28.] Sobre la oración 29.16.

++ Ver nota 8 de La Epístola de Bernabé en la Biblia de Estudio "Patrística".


Pro 1:18  Pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas,  Y a sus almas tienden lazo. 

Todos los que hacen mal, recibirán mal, y todos los que asesinan, a su propia sangre la ponen en peligro, pues la justicia de Dios les llegará. Edwing P.


Pro 1:23  Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.

Ver Com. J. Macarthur [interpreta el versiculo como promesa para todo aquel que se arrepiente] y Com. W. Macdonald [con dos interesantes interpretaciones].

 ++ Si nos arrepentimos, nuestro amado Dios derramará su Santo Espiritu sobre nosotros, trayendo fe, salvación y vida eterna en Cristo Jesús. La Sabiduría [Cristo mismo, ver Pro_8:1-20] nos mostrará a Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida. [Jua_14:6]. Edwing P.

 ++ San Clemente de Roma dice: Entonces, obedezcamos su santísimo y glorioso nombre y escapemos de las amenazas que la sabiduría ha predicho contra los desobedientes. Así viviremos en paz, confiando en su santísimo y majestuoso nombre. Acepta nuestros consejos y nunca te arrepentirás. Porque como vive Dios, como vive el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo (en quien los elegidos creen y esperan), el hombre que con humildad y diligente consideración y sin remordimientos hace lo que Dios ha decretado y ordenado, será alistado e inscrito en las filas de aquellos que son salvos por medio de Jesucristo. Por él sea la gloria a Dios por los siglos de los siglos. Amén. 1 Clemente 58.

 ++ Straubinger dice: Volveos para (oír): La sabiduría y el espíritu se dan gratis, pero exigen atención. Las palabras de Dios no son difíciles, pero sí muy profundas. Todos pueden entenderlas (versículo 20 y nota), pero sólo comprenderán si se entregan plenamente a escuchar. La queja constante de Dios es ésta: que no le prestamos oído (Jer_7:23 ss.; Sal_81:11 y nota). El único precepto que Dios Padre nos da personalmente en el Evangelio, es el de escuchar a Jesús (Mat_17:5). Lo mismo dice Cristo (Jua_6:29) y también María (Jua_2:5). Dios ha puesto en su Palabra una virtud que convierte (Sal_19:8) y salva (Rom_1:16) y santifica (Jua_17:17). Mas ¿cómo curará el médico al que no quiere conocer su receta? Cf. Isa_53:1.

 ++ Ver nota 9 de M. Henry en la Biblia de Estudio "M. Henry".


Pro 1:24  Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, 

La Misericordia de Dios, y su llamado de amor están HOY para ti... No todos los días estará abierta esa puerta, un día se cerrará y no habrá más que juicio y castigo... ¿Porqué esperar hasta mañana, cuando el arrepentimiento y el perdón puede ser hoy? El Señor llama a la puerta de tu vida, ha extendido su mano, y ¿Dejarás su bendita mano, horadada por tus pecados en la cruz extendida? Edwing P.


Pro 1:26  También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

Todo impío teme su fin, su castigo y su muerte... Pues eso mismo le vendrá, pues despreció el llamado continuo de Dios para que vuelva a ÉL y se arrepienta. Dios se burlará de las naciones que despreciaron su llamado al camino de la obediencia, y las enjuiciará, como lo vemos en el Sal_2:1-5. Edwing P.

++ Thomas Watson dice: Mientras los impíos yacen ardiendo en las llamas de la ira, no tienen quien los compadezca. Es un alivio para el dolor tener alguien que condolemos con nosotros; pero los impíos se enojan y no se les muestra compasión. ¿Quién se compadecerá de ellos? Dios no lo hará. Se burlaron de su Espíritu y ahora se reirá de su calamidad. Pro_1:26. Los santos no los compadecerán. Los persiguieron en la tierra, por lo tanto, se regocijarán al ver la justicia de Dios ejecutada sobre ellos. "El justo se regocijará cuando vea la venganza". Sal_58:10. "Los Diez Mandamientos", pag. 179.


Pro 1:27  Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

La destrucción y el juicio de Dios será repentino, trágico y funesto para los impíos que nunca atendieron el llamado de Dios en sus vidas. Edwing P.


Pro 1:28  Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

Cuando Dios cierre la puerta de la misericordia, desatará su juicio. Y esto será tan cierto tanto en la vida particular de todas las personas impías, como en el mundo, al final de los tiempos, cuando se desaten los juicios descritos en el libro de Apocalipsis. Edwing P.

 ++ Ver nota del verso en "la Biblia de Estudio de la Reforma", editada por R.C Sproul.


Pro 1:29  Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová,

Aborrecer la sabiduría es desechar el llamado que hace Cristo en creer en Él, y obedecer sus mandamientos. No hay más sabio que el que camina con Jesús, sabiduría encarnada, y moldea su vida en torono a su divina voluntad. El que no transite por el Único Camino, el que quierá vivir conforme a la única Verdad, y deseche la Vida, aborrece la sabiduría, y el llamado de Dios a través de ella. Edwing P.


Pro 1:31  Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.

El mayor castigo de Dios es ser abandonado el ser humano a sus propios deseos y concuspicencias. Pablo muestra el declive y depravación que llega el hombre, a medida que sigue despreciando al Señor su Dios, en Rom_1:18-32. Edwing P.

++ Felipe Scío de S. Miguel dice: Porque el hombre solamente segará y recogerá lo que sembrare. Gál_6:8.

++ Ver nota del verso en "la Biblia de Estudio de la Reforma", editada por R.C Sproul.


Pro 1:32  Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder; 

El Desvío los lleva por los caminos de la muerte eterna, engañados por el demonio, y la prosperidad aparente en el que disfrutan su vida, en realidad los hace perder más y más, adentrándolos en senderos de tinieblas y perdición. El salmista Asaf vió lo terrible del destino final de los impíos, que en esta tierra aparentan tener una vida de felicidad y prosperidad, pero que su desprecio y malagradecimiento a Dios los llevará a un destino de condenación y sufrimiento eternos (ver Sal_73:1-14 Sal_73:15-28). Edwing P.


Pro 1:33  Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Todo el que oiga y ponga en práctica la verdad, en el temor del Señor, podrá vivir tranquila y confiadamente, pues ha puesto su vida en las manos del Buen Pastor. Edwing P.




domingo, 18 de junio de 2023

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 4 VERSICULO 26


 

 

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 4 VERSICULO 26

RV1960

NVI1999

BTX4

Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

Ése soy yo, el que habla contigo, le dijo Jesús.

JESÚS le dice: YO SOY, el que habla contigo.

TR+

INA27+

VUL

λεγειG3004 V-PAI-3S αυτηG846 P-DSF οG3588 T-NSM ιησουςG2424 N-NSM εγωG1473 P-1NS ειμιG1510 V-PAI-1S οG3588 T-NSM λαλωνG2980 V-PAP-NSM σοιG4771 P-2DS 

λεγει G3004:V-PAI-3S Está diciendo αυτη G846:P-DSF a ella ο G3588:T-NSM el ιησους G2424:N-NSM Jesús εγω G1473:P-1NS Yo ειμι G1510:V-PAI-1S estoy siendo ο G3588:T-NSM el λαλων G2980:V-PAP-NSM hablando σοι G4771:P-2DS a ti

dicit ei Iesus ego sum qui loquor tecum

KJV

Jesus saith unto her, I that speak unto thee am he.

TCB

Yo soy, que hablo contigo. Jua_9:37; Mat_16:20; Mat_20:15; Mat_26:63, Mat_26:64; Mar_14:61, Mar_14:62; Luc_13:30; Rom_10:20, Rom_10:21.

 

COMENTARIOS:

OCTAVIUS WINSLOW

“El Señor Jesús está dispuesto a darse a conocer a las pobres almas angustiadas. Lo que la mujer de Samaria, en su profunda pecaminosidad, encontró, puede que lo encuentres. No limites Su misericordia redentora, no restrinjas Su gracia gratuita, no dudes de Su amor perdonador, pero presta tu oído a Su voz llena de gracia. "Yo, que os hablo, soy el que vine al mundo para salvar a los pecadores. Soy aquel sobre quien mi Padre puso la carga y la maldición de vuestros pecados. Yo fui herido por vuestras rebeliones, y molido por vuestras iniquidades. Obedecí la ley, y mi obediencia es tu justicia; yo sufrí y sangré, y mi muerte es tu expiación. Yo soy el que vendo a los quebrantados de corazón y sana sus heridas. Soy aquel cuya sangre limpia de todo pecado, que perdona al más culpable, acepta a los más pobres, salva a los más viles. No exijo mérito, no espero dignidad, no pido precio; pero recibo, perdono y salvo tal y como eres. Es Mi oficio, Mi deleite, Mi gloria buscar y salvar a los pecadores perdidos. Yo soy el buen Pastor; conozco Mis ovejas y la obra de Mi Espíritu en sus corazones, y el deseo de sus almas hacia Mí. Soy el que os habla por Mi Espíritu, en Mi Palabra y por Mis ministros; por todas las tentaciones que los ponen a prueba, y por todos los dolores que los ensombrecen, y por todas las bendiciones que te alegran, y por todas las esperanzas que te alegran. No dejes que ninguna voz más que la mía hable paz a tu alma. Que nadie te declare perdonado ni te asegure que eres salvo. Sea tu oración para mí: "Di a mi alma: Yo soy tu salvación". ¡Déjame hablar, y todo será paz! ”Tales son, virtualmente, las preciosas palabras de Jesús a todo pecador espiritualmente despierto. Ahora alcanzamos el efecto transformador de esta manifestación de Cristo sobre el carácter y la conducta de esta mujer.”

GEORGE WHITEFIELD

“Jesucristo es el mismo ahora, como antes, para aquellos que desean saber por su palabra, quién es Él, para que puedan creer y vivir; y él se revelará tan claramente como lo hizo con la mujer de Samaria, cuando dijo: “Yo soy el que te hablo”, o como lo hizo con el hombre que nació ciego, a quien los judíos habían expulsado, por amor de su nombre, "El que habla contigo, ese es". Pero a aquellos que consultan su palabra con el deseo de no conocerlo ni de guardar sus mandamientos, sino simplemente para divertirse o para burlarse de la sencillez de la manera en que se revela, a aquellos, les digo, nunca se revelará a sí mismo, aunque escudriñen las Escrituras por toda la eternidad. Como nunca les dijo a los que preguntaban con sarcasmo si él era el Mesías o no, o le hacían esa pregunta por curiosidad o porque querían acusarlo.”

SAN JUAN CRISOSTOMO

“A los judíos que constantemente le dicen: ¿Hasta cuándo tendrás en vilo nuestra alma? Dinos si tú eres el Cristo, no les contesta con claridad. En cambio, a la mujer, porque tenía mejor disposición que los judíos, le dice abiertamente quién es. Aquellos no preguntaban por saber, sino siempre por insultarle. Si deseaban aprender, les bastaba la enseñanza de sus predicaciones, la de las Escrituras y la de los milagros. Esta, sin embargo, decía todo con un entendimiento sencillo y con un afecto sincero. Así lo evidencia lo que hace a continuación. Escuchó, creyó y, como una red, arrastró a otros muchos a lo mismo. En todo su comportamiento es posible vislumbrar diligencia y fe.”

GARY BURGE

“La frase griega de 4:26 (lit., «Yo soy, el que habla contigo») contiene una expresión peculiar del Cuarto Evangelio y que irá apareciendo con cierta frecuencia: «Yo soy» (en griego ego eimi). Esta expresión puede ser una sencilla identificación personal (así lo entienden la NVI, nrsv, etc.). Sin embargo, el pronombre «ese» en la frase «ese soy yo, el que habla contigo» no existe en la oración griega. La expresión es enfática y poco corriente. Como veremos más adelante (8:58), no siempre es un mero término de identificación personal que va acompañado de un predicado (p. ej., «Yo soy el pan de vida», 6:48). Es también el divino nombre de Dios pronunciado en el monte Sinaí a Moisés (ver Éx 3:14). Cuando esta expresión (que en hebreo es una sola palabra Yahvéh) se tradujo al griego, se convirtió en ego eimi («yo soy»), y a lo largo de Juan veremos que Jesús hace una utilización absoluta de esta expresión, es decir, sin añadir ningún predicado al verbo, para revelar más de su identidad divina.”

CHARLES SPURGEON

“Esta gran verdad estalló sobre ella con toda la fuerza de una revelación divina, y la fe vino con la información. Las palabras que le habían dicho antes la habían preparado para esperar esta manifestación de Cristo en su alma.”

COMENTARIO BIBLICO MUNDO HISPANO

Yo soy puede ser una simple afirmación, pero más probablemente es una declaración identificándose en la manera que Dios lo hizo ante Moisés (Éxo. 3:14). Corroborando esta interpretación, el pronombre personal Yo es enfático en el texto griego. Algunos comentaristas entienden que, además de ser una afirmación de su deidad, la respuesta de Jesús constituye una invitación a creer en él (ver Mat. 11:28 s.). Es significativo que lo haya hecho, no en Judea ni Galilea, sino en Samaria.”

JUAN CALVINO

“Cuando le reconoce a la mujer eso; es el Mesías, indiscutiblemente se presenta como su Maestro, en cumplimiento de la expectativa que ella se había formado; y, por lo tanto, creo que es probable que procediera a darle una instrucción más completa, a fin de satisfacer su sed. Tal prueba de su gracia la quiso dar en el caso de esta pobre mujer, para que pudiera testificar a todos que nunca deja de desempeñar su oficio, cuando deseamos tenerlo como nuestro Maestro. Por tanto, no hay peligro de que defraude a alguno de los que encuentre dispuestos a convertirse en sus discípulos.

Pero aquellos que se niegan a someterse a él, como vemos que hacen muchos hombres altivos e irreligiosos, o que esperan encontrar en otra parte una sabiduría más perfecta, como hacen los mahometanos y papistas, merecen ser impulsados por innumerables encantamientos, y finalmente hundirse en un abismo de errores. Nuevamente, con estas palabras, " Yo que hablo contigo soy el Mesías, el Hijo de Dios", emplea el nombre Mesías como un sello para ratificar la doctrina de su Evangelio; porque debemos recordar que fue ungido por el Padre, y que el Espíritu de Dios reposó sobre él para traernos el mensaje de salvación, como declara Isaías (Isaías 61:1).”

JOHN MACARTHUR

“La palabra Él [ese en la NVI, v. 26] no está en el texto original. Nuestro Señor en realidad dijo: “Yo, quien habla contigo, soy”. He aquí una de las declaraciones Yo soy tan comunes en este Evangelio (cp. 8:58). Nuestro Señor dice veintitrés veces “Yo soy” y siete veces agrega ricas metáforas (cp. 6:35, 41, 48, 51; 8:12; 10:7, 9, 11, 14; 11:25; 14:6; 15:1,5).

Las palabras de Jesús debieron haber sacudido a la mujer hasta el fondo de su ser. Hacía unos minutos este hombre le había pedido un poco de agua y ahora afirmaba ser el Mesías esperado. Ella, a diferencia de Nicodemo, no tenía ni idea de las señales y milagros que Jesús había realizado. Pero como Él la conocía, ella no cuestionó su afirmación. Esa confianza grande provenía de Dios. De hecho, ella fue y la proclamó en su villa; un hecho que sugiere con fuerza que en verdad había llegado a la fe salvadora.

La conversación con la mujer en el pozo ilustra tres verdades no negociables sobre la salvación. La primera, la salvación solamente llega para quienes reconocen su necesidad desesperada de la vida espiritual que no poseen. Segunda, la salvación solo llega a quienes confiesan sus pecados, se arrepienten y desean el perdón. Esta mujer promiscua tuvo que reconocer todo el peso de su iniquidad antes de poder abrazar al Señor. Y tercera, la salvación solo llega a quienes aceptan a Jesús como su Mesías y quien paga por sus pecados. Después de todo, en nadie más hay salvación (cp. 14:6; Hch. 4:12).”

JOHANNES OECOLAMPADIUS

“¿Usted ¿Quiere que Cristo sea su maestro? He aquí, yo soy él, el maestro mismo, aquel a quien ahora espera el mundo entero, el que conoce los secretos de los seres humanos, el que enseña la religión verdadera y lo que el Padre celestial exige de todos los hombres, para que tengamos fe en él. Ves cuán lentamente se revela Cristo. Primero, él la hizo consciente de su ignorancia y pecados, luego la aleja de la religión falsa y la conduce a la religión verdadera, y finalmente se revela a sí mismo. Así, para muchos, Cristo será verdaderamente conocido cuando estén libres de supersticiones. Porque él les enseñará verdaderamente en sus corazones para que puedan llegar a reconocerlo, no solo su humanidad sino también su divinidad.”

JOHANNES BRENZ

“Con esta palabra la mujer no solo recibe la plena justificación por la fe, sino que también se certifica en su conciencia que este hombre es verdaderamente el Cristo, que es justicia, santidad y redención. Esta es esa palabra que, si Cristo la pronuncia en nuestro corazón, debemos sentir la intensa dulzura de la gracia de Dios, y nos inunda todo el gozo celestial. Aprenda, desde este lugar, la energía del evangelio. Porque la conciencia de la mujer, aterrorizada por el conocimiento del pecado, no podía ser apaciguada por nada. Sólo esa palabra de Cristo, y tan pequeña que es, da vida a la muerta; solo la consuela en su desesperación y la alegra en su dolor; solo eso le trae paz en su estado de agitación. Así también nosotros, sepultados en nuestros pecados y arrojados a la muerte y la desesperanza, no tenemos otra vida o consuelo que la vida que encontramos en Cristo Jesús por medio del evangelio. Porque el evangelio es poder de Dios para salvación a todos los que creen.”

ALBERT BARNES

“De esto podemos aprender:

1er. La gran sabiduría del Señor Jesús al dirigir los pensamientos hacia el tema de la práctica religión personal.

2do. Su conocimiento del corazón y de la vida. Por tanto, debe ser divino.

3er. Dio evidencia aquí de que él era el Mesías. Este fue el designio de Juan al escribir este evangelio. Por tanto, ha registrado esta narración, que fue omitida por los otros evangelistas.

4to. Vemos nuestro deber. Es aprovechar en todas las ocasiones para llevar a los pecadores a la creencia de que Jesús es el Cristo, y hacer uso de todos los temas de conversación para enseñarles la naturaleza de la religión.

Nunca hubo un modelo de tanta sabiduría en esto como el Salvador, y tendremos éxito solo si estudiamos diligentemente su carácter.

5to. Vemos la naturaleza de la religión. No consiste simplemente en formas externas. Es pura, espiritual, activa, fuente siempre burbujeante. Es la adoración de un Dios puro y santo, donde él se ofrece de corazón, y donde se exhalan los deseos de salvación de un alma humilde.”

ALEXANDER MACLAREN

“Nuestro Señor deseaba enfatizar en el corazón de la mujer la noción de su relación familiar con ella, aunque fuera el Mesías, me parece confirmado por el hecho de que usa la misma expresión, con gracia y ternura adicionales, cuando dice, con tal profundidad de significado, para el ciego a quien había sanado, 'Le habéis visto', con los ojos a los que dio la vista y el objeto de la vista, y “él es el que habla contigo.”

El Cristo familiar que vendrá y nos hablará cara a cara y de corazón a corazón, 'como un hombre habla con su amigo', es el Cristo que nos dirá todas las cosas, y en quien podemos confiar plenamente. Note también cómo esta revelación tiene como condición la dócil aceptación de las enseñanzas anteriores e imperfectas. Si la mujer no se había rendido a las palabras anteriores de nuestro Señor y, aunque con una perspicacia muy vaga, pero con un corazón que buscaba ser enseñado, lo siguió mientras Él caminaba de una ronda a otra de la escalera ascendente, ella nunca se habría subido a  la cima y ver esta gran visión. Si no ves nada más en Jesucristo que un hombre como tú, rodeado de nuestras debilidades, y sin embargo dulce y lleno de gracia, bueno y puro, sé fiel a lo que sabes, ponlo en práctica y prepárate para aceptar toda la luz que amanece. Aquellos que comienzan desde abajo y oyen 'Dame de beber', pueden pararse en la parte superior y escucharle hablarles de Su verdad revelada y Su gloria completa. "Al que tiene, se le dará". "Si alguno desea hacer su voluntad, conocerá la enseñanza.”

Por tanto, Jesucristo es el Cristo del mundo, su Cristo, mi Cristo, el Cristo de todo hombre, el árbol de la vida que está en medio del huerto, para que todos se acerquen a él y recojan su fruto. Hermano, responda Su ofrecimiento del regalo como lo hizo esta mujer: 'Señor, dame esta agua, que no tenga sed; ni vayas hasta las cisternas rotas del mundo para sacar agua”; y Él pondrá en vuestros corazones esa fuente de vida que mora en vosotros, para que digáis como los habitantes de esta mujer: 'Ahora lo he oído yo misma, y sé que éste es en verdad el Cristo, el Salvador del mundo.”

J.C RYLE

“[Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo]. Estas palabras son la declaración más completa hecha por nuestro Señor acerca de su mesiazgo de la que han dejado constancia los autores de los Evangelios. ¡Que una declaración tan completa se hiciera a una persona como la mujer samaritana es uno de los ejemplos más maravillosos de la gracia y condescendencia de nuestro Señor que se documentan en el Nuevo Testamento! Finalmente, la mujer recibía respuesta a una de sus primeras preguntas: “¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob?”. La llegada de esa respuesta transformó por completo su alma.

Comenta Rollock acerca de este versículo cuán dispuesto está Cristo a revelarse al alma de un pecador. En el mismísimo momento que esta mujer expresó un deseo del Mesías, Este se reveló de inmediato a ella: “Yo soy”.

Quesnel observa: “Es una gran equivocación suponer que no se debe impartir a las mujeres el conocimiento de los misterios de la religión por medio de la lectura de las Escrituras, a la luz de este ejemplo de la gran confianza que depositó Cristo en aquella mujer al manifestarse. Los maltratos a las Escrituras y el pecado de las herejías no procedieron de la simpleza de las mujeres, sino de la orgullosa erudición de los hombres”.

Como conclusión de este pasaje, hay varios puntos extraordinarios que jamás debieran olvidarse:

a) La misericordia de nuestro Señor es extraordinaria. Es un hecho sorprendente que alguien como Él tratara de forma tan misericordiosa a semejante pecadora.

b) La sabiduría de nuestro Señor es extraordinaria. ¡Qué sabio fue cada uno de sus pasos al tratar con esta alma pecadora!

c) La paciencia de nuestro Señor es extraordinaria. ¡Cómo soportó la ignorancia de la mujer y cuántas molestias se tomó para conducirla al conocimiento!

d) El poder de nuestro Señor es extraordinario. ¡Qué completa victoria ganó finalmente! ¡Cuán todopoderosa debe ser esa gracia que pudo ablandar y convertir un corazón tan carnal y malvado!

Jamás debemos despreciar alma alguna tras haber leído este pasaje. No puede haber nadie peor que esta mujer. Pero Cristo no la despreció.

Jamás debemos desesperar de alma alguna tras haber leído este pasaje. Si esta mujer se convirtió, cualquiera puede convertirse.

Por último, jamás debemos condenar la utilización de todos los medios sabios y razonables para tratar con las almas. Hay una “sabiduría [que] es provechosa” al abordar a personas ignorantes e impías y que debemos buscar diligentemente.”

MATTHEW HENRY

“Sólo en otra ocasión (Jua_9:37), se declaró Jesús a Sí mismo como Mesías de una manera tan explícita y abierta como a esta mujer. Con esto, honraba Cristo a una mujer miserable y pecadora, que, de seguro, sería objeto del desprecio público. Esta mujer no había tenido ninguna oportunidad de contemplar los milagros de Jesús, que eran el medio ordinario de convicción sobre Su mesianidad. Dios puede hacer que la luz de la gracia brille en un corazón, aun en los casos en que la luz del Evangelio no brilla en el rostro.

Así resultó esta mujer mejor preparada que muchos otros para recibir a Cristo, quien gusta de manifestarse personalmente a los que le buscan con deseo humilde y sincero: «Yo soy, el que te está hablando» (comp. con Jua_9:37). Hasta entonces, Jesús estaba cerca de ella pero ella no lo sabía (v. Gén_28:16). Hay muchos creyentes que se lamentan de la ausencia de Cristo, y están anhelando Su presencia, sin percatarse de que, en esos mismos momentos, Él les está hablando.”

WILLIAM MACDONALD

“Hay un profundo significado en las palabras empleadas por el Señor Jesús. Al emplear las palabras Yo soy, empleó uno de los nombres con los que Dios se había designado a Sí mismo en el AT. Dice, en efecto: «Yo Soy te está hablando», o, en otras palabras, «Jehová es quien te está hablando». Le estaba anunciando la portentosa realidad de que Aquel que estaba hablando con ella era el Mesías que tanto había ella esperado y que era también el mismo Dios. El Jehová del AT es el Jesús del NT.”

ESTEBAN VOTH

“Este versículo presenta la respuesta más profunda y absoluta en el diálogo de Jesús con la mujer: Yo soy, el que habla contigo. Para enlazar mejor este versículo con lo que acaba de expresar la mujer en el v. Jua_4:25 acerca del Mesías, se debe usar el pronombre demostrativo “ese”: «Ese soy yo» (DHH).

Jesús usa “yo soy” en el evangelio de Juan 29 veces (Mat_5:1-48, Mar_3:1-35 y Luc_4:1-44 veces). En Juan se usa de tres maneras diferentes: (a) Como una expresión de identidad, sin ningún complemento. Tal es el caso aquí y en Jua_6:20; Jua_18:5, Jua_18:6, Jua_18:8. (b) A menudo el verbo es seguido por un predicado nominativo con sentido figurado (cf. Jua_6:35, Jua_6:51; Jua_8:12; Jua_10:7, Jua_10:9, Jua_10:11, Jua_10:14; Jua_11:25; Jua_14:6; Jua_15:1, Jua_15:5). (c) En varios lugares es usado con carácter absoluto sin predicado (cf. Jua_8:24, Jua_8:28, Jua_8:58; Jua_13:19).

Es necesario mirar muy de cerca el uso de la oración absoluta “Yo soy”. Aunque existen evidencias de este uso en otras literaturas religiosas (gnósticas, mandeas y escritos paganos griegos) es el Antiguo Testamento el que ofrece el mejor contexto para entender su uso en el cuarto evangelio. En Éxo_3:14, pasaje en el cual Dios revela su nombre a Moisés, la LXX traduce la oración hebrea como: “Yo soy el Dios que existe”. Esta traducción del nombre divino en griego se presenta similar en otros lugares del Antiguo Testamento.

En muchos lugares “Yo soy” (en hebreo literalmente: “Yo [soy] él”) se usa como un nombre divino. Isa_43:25 es un buen ejemplo, donde se lee en hebreo: “Yo, yo soy él, quien borra los pecados”. La LXX traduce la primera parte de esta cláusula usando la expresión griega “Yo soy” dos veces. En efecto, en la LXX se lee “Yo soy yo soy quien borra los pecados”, y el segundo “yo soy” llega a ser el equivalente del nombre divino. Los traductores al griego de Isa_51:12 siguieron el mismo procedimiento. En el judaísmo tardío la expresión “Yo soy” es usada definitivamente como un nombre para Dios. Así que en esos pasajes del evangelio de Juan donde Jesús usa “Yo soy” con sentido absoluto, él se está identificando con Dios.

En algunos idiomas la equivalencia más próxima para la respuesta de Jesús es “Yo soy esa misma persona, yo el mismo que habla contigo” o “Yo, la persona que habla contigo, soy ese mismo” o “Yo soy esa persona, el mismo que habla contigo.”

JAMIESON – FAUSSET – BROWN

“Así rápidamente, bajo Maestro tan incomparable, ella fue levantada de su condición baja a un estado de mente y de corazón capaz de recibir las revelaciones más nobles.

Nos declarará todas las cosas… Una expectativa fundada probablemente en Deu_18:15.”