CAPITULO 2 DEL EVANGELIO DE JUAN
Algunas iglesias enseñan falsamente que Cristo realizó milagros cuando fue niño, pero Joh_2:11 afirma con claridad que la conversión del agua en vino fue el principio de sus milagros. Tenga presente que Juan registró estas señales en orden, para probar que Jesús es Dios (Joh_20:30-31), para que la gente pudiera creer en Él y ser salva. Haremos un estudio triple de este primer milagro para aprender sus lecciones dispensacionales (un cuadro del fracaso de Israel), sus lecciones doctrinales (cómo se salva el pecador) y sus lecciones prácticas (cómo servir a Cristo).
I.
Las lecciones dispensacionales (2:1-12)
El
fracaso de Israel.
Israel
ignoró a su propio Mesías. «En medio de vosotros está uno a quien vosotros no
conocéis», dijo Juan el Bautista en 1:26. Esta fiesta de bodas es un cuadro de
la nación: el vino se había acabado, la provisión para la gente se había
agotado y sin embargo su Mesías estaba allí para ayudarles. Las seis tinajas se
usaban para la purificación ceremonial (véase Mar_7:3 ss), pero las ceremonias
judías no pudieron evitar la bancarrota espiritual de la nación. Estaba sin
gozo (en la Biblia el vino es un símbolo de gozo; véanse Psa_104:15; Jud_9:13)
y sin esperanza. La gente tenía ceremonias externas, pero no tenía nada que los
satisficiera por dentro.
Cristo
un día traerá de nuevo gozo a Israel, cuando la nación lo reciba como su Rey.
Israel se casará de nuevo con su Dios (véanse Is 54 y Os 2), el vino de su gozo
correrá libremente y la gloria de Cristo se revelará. (Joh_2:11). Hasta que
llegue ese día Cristo debe decirle a Israel: «¿Qué tienes conmigo?» (Joh_2:4).
La nación le ha rechazado y no le recibirá sino hasta aquel día cuando Él
regrese en gloria y poder.
II.
Las lecciones doctrinales
Cómo
se salva el pecadore. Si usted revisa las notas introductorias al Evangelio de
Juan verá que las siete señales muestran cómo se salva el pecador y los
resultados que hay en su vida. Este primer milagro nos enseña que la salvación
es por medio de la Palabra de Dios. Nótense los símbolos aquí.
A.
Una multitud sedienta.
¿No
es este un cuadro del mundo perdido hoy? Saborean los placeres del mundo, pero
no hallan satisfacción personal y si encuentran alguna, con el correr del
tiempo se acaba. La Biblia invita a los pecadores sedientos a venir a Cristo
para hallar salvación y satisfacción (Joh_4:13-14; Joh_7:37; Isa_55:1;
Rev_22:17).
B.
Tinajas vacías.
Representan
al corazón humano que está duro y vacío. La Palabra de Dios compara al ser
humano con una vasija (2 Co 4; 7; 2Ti_2:20-21). La vida del pecador puede
parecer encantadora por fuera, pero Dios ve que está vacía e inútil a no ser
que Él pueda hacer un milagro divino.
C.
Llenadas con agua.
En
la Biblia el agua para lavarse es una imagen de la Palabra de Dios (véanse
Eph_5:26; Joh_15:3). Todo lo que los sirvientes tuvieron que hacer fue llenar
de agua las tinajas vacías, que es igual al siervo de Dios que llena el corazón
del inconverso con la Palabra. No es nuestra tarea salvar almas, sino darle a
la gente la Palabra y dejar que Cristo realice el milagro de la salvación.
D.
Agua en vino.
Cuando
el corazón del pecador se ha llenado con la Palabra, Cristo puede realizar el
milagro y traer gozo. En Act_8:26-40 Felipe llenó al etíope con la Palabra y
cuando el hombre creyó, el milagro de la salvación tuvo lugar. El etíope se fue
por su camino gozoso. Nótese Joh_1:17: «La ley por medio de Moisés fue dada»;
en el AT el agua se convirtió en sangre (Exo_7:19), lo cual indica juicio. Pero
Cristo transformó el agua en vino, lo cual habla de gracia y gozo. El vino
simboliza al Espíritu Santo (Eph_5:18).
E.
El tercer día.
Esto
es una sombra anticipada de la resurrección, puesto que Cristo se levantó de
los muertos al tercer día. Fue el tercer día después del «día siguiente»
Deu_1:43, que a su vez fue el cuarto de los días sobre los cuales Juan escribió
en el capítulo 1 (día #1: vv. 19-28; día #2: vv. 29-34; día #3: vv. 35-42; día
#4: vv. 43-51). Tal vez Juan tenía Génesis 1 en mente cuando escribió de esta
primera semana de una nueva creación (véase 2Co_5:17).
F.
El principio de milagros.
La
salvación es el principio de milagros, porque después que la persona es salva
Dios realiza milagro tras milagro en ella; y los milagros que experimentamos
dan la gloria a Cristo.
III.
Las lecciones prácticas
A.
Cómo servir a Cristo
Todos
los que sirven a Cristo deberían escuchar las palabras de María: «Haced todo lo
que os dijere» (2:5). Debe haberles parecido necio a los sirvientes llenar esas
tinajas, pero Dios usa cosas necias para confundir a los poderosos (1Co_1:27).
Si queremos ver que los hombres se salven, debemos obedecer a Cristo y darles a
ellos la Palabra de Dios. No es entretenimiento ni recreación lo que salva a
las almas, sino la predicación y enseñanza de la Palabra. Si hacemos nuestra
parte, Cristo hará el resto.
Los
sirvientes sabían de dónde vino el vino, pero «la gente importante» de la
fiesta no lo sabían. Cuando una persona sirve a Cristo, aprende sus secretos
(véase Amo_3:7). Nosotros somos los siervos de Cristo y sus amigos (3:29;
15:15), y Él nos dice lo que está haciendo. Es mejor ser un siervo humilde de
Cristo y hablar de sus milagros, que sentarse a la cabecera de la mesa en algún
gran banquete.
Debemos
usar cualquier oportunidad para servir a Cristo, «a tiempo y fuera de tiempo».
Jesús glorificó a Dios en una fiesta de bodas.
REFERENCIAS
TCB PARA ESTE CAPITULO |
Juan 2:1-25 Jesús transforma agua en vino,
Jua_2:1-11; salida a Capernaum,
Jua_2:12, y a Jerusalén,
Jua_2:13, Donde limpia el templo de
compradores y vendedores, Jua_2:14-17. Jesús anuncia su muerte y
resurrección, Jua_2:18-22. Muchos creen por causa de sus
milagros, pero él no se fía de ellos,
Jua_2:23-25. |
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