EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 2
VERSICULO 2 |
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RV1960 |
NVI1999 |
BTX4 |
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Y
fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. |
También
habían sido invitados a la boda Jesús y sus discípulos. |
Y
también fue invitado a la boda JESÚS con sus discípulos. |
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TR+ |
INA27+ |
VUL |
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T-ASM γαμονG1062 N-ASM |
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G1062:N-ASM fiesta de boda |
vocatus est autem ibi et
Iesus et discipuli eius ad nuptias |
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KJV |
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And both Jesus was
called, and his disciples, to the marriage. |
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TCB |
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Y
fueron también invitados.
Mat_12:19; Luc_7:34-38; 1Co_7:39; 1Co_10:31; Col_3:17; Apo_3:20.
A
las bodas. Heb_13:4.
Jesús
y sus discípulos. Mat_10:40-42; Mat_25:40,
Mat_25:45. |
COMENTARIOS:
WARREN WIERSBE
“En
esta boda vemos a Jesús en tres papeles diferentes: un invitado, el Hijo y el anfitrión.
Jesús el invitado (Juan 2:1,2). Nuestro Señor no fue un recluso, como lo
fue Juan el Bautista (Mateo 11: 16-19). Jesús aceptó invitaciones a eventos
sociales, aunque sus enemigos usaron esta práctica para acusarle (Lucas 15: 1
,2).
Nuestro
Señor tomó parte en las experiencias normales de la vida y las santificó con su
presencia. iSabia es la pareja que invita a Jesús a su boda!
Jesús
estaba acompañado por su madre y sus seis discípulos. Tal vez fue la adición de
esas otras siete personas lo que contribuyó a que se presentara la crisis; pero
debe haber sido una fiesta pequeña de bodas si ese fuera el caso.
Tenemos
razones para creer que la familia terrenal de nuestro Señor no era adinerada, y
es muy probable que sus amigos tampoco fueran personas acomodadas. Tal vez la
escasez de vino tuvo que ver con una boda de presupuesto limitado.
¿Fueron Jesús y sus discípulos invitados debido a María o debido a Natanael? (Juan 21:2). Nuestro Señor todavía no era bien conocido; todavía no había realizado ningún milagro. No es probable que haya sido invitado debido a que la gente sabía quién era. Es probable que la invitación fuera el resultado de su relación con María.”
GARY BURGE
“En
la cultura rural de Palestina, las bodas eran importantes acontecimientos, que
se anunciaban con mucha antelación y gozaban del reconocimiento y participación
de toda la aldea. En cierto sentido, eran las principales celebraciones que se
disfrutaban durante el año y por ello proporcionaban la imaginería para la celebración
y gozo mesiánicos. Cuando los judíos reflexionaban sobre el cielo o la llegada
del Mesías, pensaban en términos de banquetes, y los festejos nupciales eran
los principales ejemplos que les venían a la mente.
Tras
una ceremonia pública de compromiso matrimonial, que era mucho más vinculante
que los compromisos modernos, la familia anunciaba la fecha de la boda y se
iniciaban los elaborados preparativos que culminarían en una ceremonia que
podría llegar a durar hasta una semana (Jue 14:12). La parábola de las vírgenes
(Mt 25:1) nos aporta un útil trasfondo sobre la procesión nocturna del novio,
que solía dirigirse andando con sus amigos a casa de la novia para recogerla y,
a continuación, encabezar una procesión de regreso a su casa, donde comenzarían
las celebraciones.
La
entrega de regalos era una parte de la celebración a la que se concedía cuidadosa
atención, no como un simple gesto de buena voluntad, sino como una forma de
honrar a la pareja y a sus familias. De hecho, cuando no se seguían las
costumbres de manera apropiada solía haber repercusiones legales, puesto que
con ello la pareja incurría en vergüenza pública. Esto nos ayuda a entender la
preocupación de los criados domésticos cuando de repente se termina el vino de
la celebración (2:2). No se trata simplemente de una situación embarazosa; es
una gran deshonra para el anfitrión. Puesto que estas festividades solían
prolongarse durante varios días, no es de sorprender que sucedieran este tipo
de calamidades.”
CHARLES SPURGEON
“¡Feliz matrimonio, donde Cristo está invitado a estar
presente! Donde Cristo va, van sus discípulos. Si sufren con él, también se
regocijan con él. Si va a una fiesta, ellos también deben ir: "Tanto Jesús
fue llamado como sus discípulos". Solo eran cinco; pero cinco es un gran
número para agregar a la fiesta de bodas de una familia pobre. Muestra la
generosidad de su corazón que invitaron a Jesús a venir y traer a sus discípulos;
y fue a honrar el matrimonio, especialmente porque previó que llegaría el día
en que la iglesia apóstata de Roma consideraría que el matrimonio era
deshonroso y no permitiría que un casado oficiara como ministro.”
COMENTARIO BIBLICO MUNDO HISPANO
“Algunos
sugieren que Jesús sabía de la boda y por eso dejó la zona de Betania a tiempo para
llegar para este evento. Probablemente sus discípulos fueron invitados por su
vínculo con Jesús y no porque fuesen conocidos por los dueños de casa.”
JOHN GILL
“Asistir a una boda se consideraba, entre los judíos, un acto de beneficencia y bondad. Nuestro Señor, estando en esta boda, actuaba como él mismo es en su carácter general, ser libre, afable y cortés; él aceptó todas las invitaciones, y no se negó a estar en ningún entretenimiento, hecho por quien quisiera, o en cualquier ocasión: y particularmente en este caso, muestra su humildad al no desdeñar a sus parientes pobres, sino al brindarles su compañía en tal momento; como también estaba dando testimonio de la institución del matrimonio, como honorable; y nos enseña a regocijarnos con los que se regocijan: y como esto fue, en el primer ministerio y milagros de Cristo, es probable que de esto dieran ocasión de lanzar esa mala calumnia sobre él en Mateo 11:19.”
J.C RYLE
“[Fueron también invitados […] discípulos].
Nuestro Señor fue sin duda invitado como hijo de la virgen María. Sus
discípulos fueron invitados como amigos y compañeros suyos. No podemos, por
supuesto, suponer que, en un período tan temprano del ministerio de nuestro
Señor, fuera reconocido como maestro religioso o aquellos que estaban con Él
como discípulos de una nueva fe.
Los
discípulos de los que aquí se habla tienen que ser los cinco mencionados en el
capítulo anterior, es decir, Andrés y su compañero (probablemente Juan), Simón
Pedro, Felipe y Natanael.
[A las bodas]. No sabemos nada acerca de
los nombres de la esposa y el esposo. Hay una leyenda entre los autores
católicos romanos de que el esposo era el apóstol Juan y que, aunque casado,
¡Juan dejó a su esposa y su hogar de inmediato con el fin de convertirse en
discípulo de Cristo! Toda esa historia está completamente desprovista de
fundamento escriturario y es una sarta de improbabilidades. Baronio conjetura
que el esposo era Simón el cananista, pero sin prueba alguna que merezca la
pena mencionar.
Observemos
que la presencia de Jesús, sus discípulos y la virgen María en las bodas es un
hecho significativo que contrasta mucho con la doctrina patrística y católica
romana de la imperfección del estado del matrimonio comparado con el celibato.
“Prohibirán casarse” es una doctrina del Anticristo, no de Cristo (2 Timoteo
4:3).
El
argumento católico romano de que Cristo, por medio de su presencia, convirtió
el matrimonio en un sacramento carece absolutamente de valor. Dyke comenta que
entonces también podríamos llamar a los banquetes y los entierros sacramentos,
porque Cristo estuvo presente en ellos. Dice: “Se requiere una palabra de
institución para hacer que algo sea un sacramento. Que los papistas muestren
alguna palabra así empleada aquí. Y si Cristo convirtió el matrimonio en un
sacramento, ¿por qué dicen que es una obra de la carne? ¿Son los sacramentos
obras de la carne?”.
La
idea de algunos autores modernos de que la presencia de nuestro Señor en un
banquete de bodas condena a aquellos cristianos que declinan acudir a diversiones
de cierto tipo como son los bailes, las parrandas y otras fiestas mundanas
carece de peso en absoluto. Los propósitos de la gente que se reúne en un
banquete de bodas y en un baile son extremadamente distintos. Una cosa es una
mera reunión irreligiosa para el placer y el recreo de una tendencia altamente
cuestionable que implica nocturnidad y que contribuye a la mundanalidad, la
frivolidad y el amor a la exhibición. Otra cosa es una reunión de amigos para
dar testimonio del paso más importante en la vida que dos personas pueden dar y
una reunión estrechamente conectada con una ceremonia religiosa.”
LEON MORRIS
“Se
ha dicho alguna vez que Jesús y sus discípulos eran invitados “espontáneos”, es
decir, que se les invitaba cuando aparecían de forma inesperada. Si eso fuese
cierto, se podría inferir que no hubo suficiente vino porque había más
invitados de la cuenta. Pero en el texto no hay nada que nos indique que las
cosas sucedieron así. Además, del original griego incluso se puede interpretar
que sí que se les había invitado con anterioridad; Si se interpreta el aoristo eklhqh
como pluscuamperfecto. Esta es la forma en la que la NVI interpreta el texto
griego; Knox, Schonfield, Moffatt y otras versiones (lengua inglesa) traducen
de una manera similar.”
NACAR – COLUNGA
“A
esta boda también había sido invitado “Jesús con sus discípulos.” Una vez
llegado a Cana y sabida su llegada, es cuando, probablemente, recibió la
invitación. Es lo que parece más natural viniendo de una larga ausencia de
Betania del Jordán.”
NOTA:
Me parece mas consonante con la realidad este comentario que el de Morris, dado
el tiempo largo que pasó Jesús fuera de su área, recordemos que desde su
bautizo en las aguas del Jordán por Juan, muy probablemente hayan transcurrido
seguidamente los 40 dias en el desierto (Mateo 4, Marcos 1:12-13, Lucas 4), y
la semana en que fue visto por Juan nuevamente (He aquí el Cordero de Dios Juan 1:29), dando casi mes y medio, o 45
días fuera de la región de Galilea. (Edwing P.)
SAMUEL P. MILLOS
“De
nuevo se aprecia que el centro de cada asunto tratado en el Evangelio es Jesús.
Aunque se considere más adelante, es notable apreciar que Jesús es un hombre
social. Participa de actos sociales, está presente en una boda que entonces
comportaba también expresiones de alegría, donde se comía, se bebía vino y se
participaba en aspectos lúdicos rodeados de música y danzas. Pensar que Jesús
era una persona seria que nunca se reía y siempre estaba distante de cualquier
celebración de su tiempo es desconocer la realidad histórica de Jesús de N
azaret. La transformación del comportamiento de los discípulos se pone también
de manifiesto, al abandonar la forma rígida de Juan el Bautista y entrar en las
sociales de Jesús. El Señor había venido para buscar y salvar a los perdidos,
por tanto, debía estar presente donde estos estuviesen.”
WILLIAM HENDRIKSEN
“Si
se piensa que estos discípulos se habían unido a su maestro tan recientemente,
se podría preguntar: “¿Por qué se les incluyó en la invitación hecha a Jesús?”
Existen varias posibilidades, una de las cuales es que Jesús, en su viaje hacia
Caná, se detuviera en Nazaret (para lo cual no hubiera tenido que desviarse
mucho) recibiendo allí la invitación para sí y para los que estaban con él.
Otra posibilidad es que Natanael, que era de Caná recibiera autorización para
extender la invitación. Hay quien cree que era pariente del novio, pero sobre
esto no sabemos nada.”
BEDA EL VENERABLE
“Se dignó el Señor venir a las bodas (según
está escrito), para confirmar la fe de los que creen bien. Además manifiesta
cuán perjudicial sea la malicia de Taciano y Marción, y de otros que condenan el matrimonio. Si hubiese
culpa en el matrimonio, celebrado con la debida castidad, y sombra de pecado en
la santidad del lecho nupcial, de ninguna manera hubiese concurrido el Señor a
las bodas; ahora bien, así como es buena la castidad conyugal, mejor es la
continencia de los viudos, y óptima la perfección virginal. Se dignó nacer de
las entrañas inmaculadas de la Virgen María, para demostrar la excelencia
relativa de todos los grados, y distinguir el mérito de cada uno; fue bendecido
a poco de nacer, por la palabra profética de la viuda Ana; fue convidado cuando
ya era joven por los que celebraban sus bodas, y honró éstas con la presencia
de su santidad.”
SAN AGUSTIN
“¿Qué
de extraño tiene que fuera a aquella casa donde se celebraban las bodas, Aquél
que vino al mundo a celebrar las suyas? Porque tiene aquí a su Esposa, a quien
redimió con su sangre, a quien concedió como obsequio el Espíritu Santo, y a la
que se unió desde el vientre de la Virgen; porque en realidad el Verbo es el
Esposo, y la carne humana es la Esposa. Y así el Hijo de Dios es las dos cosas,
y a la vez el Hijo del hombre. Aquellas entrañas de la Virgen María son su
lecho, de donde salió como sale el esposo de su lecho (Sal_18:6).”
W. PARTAIN – B. REEVES
“Jesús
no practicaba la vida monástica; en lugar de aislarse, El era "el Hijo del
Hombre, que come y bebe" (Mat_11:19). Desde luego, no era "un hombre
comilón y bebedor de vino", como le acusaron, pero estos textos indican
que Jesús no llevaba una vida ascética como monje, sino que libremente se
asociaba con la gente. ("Ascetismo, Vida consagrada a los ejercicios
piadosos. Doctrina que prescribe una vida austera, la renuncia a las cosas
terrenas y a los placeres", Larousse; compárese Col_2:20-23).
En
esta ocasión El y sus discípulos fueron invitados a las bodas y aceptaron la
invitación (compárese Luc_5:29). Después el apóstol Pablo escribió, "Gozaos con los que se gozan; llorad con los
que lloran" (Rom_12:15). Jesús dio instrucciones a sus discípulos en
cuanto a su conducta "cuando fueres convidado por alguno a bodas"
(Luc_14:8-11).
En esta ocasión Jesús honró el
matrimonio con su presencia y con un milagro. El matrimonio es de Dios
(Gén_2:24; Mat_19:4-6) y es una de las más grandes bendiciones que Dios ha dado
al hombre. Pablo compara la relación entre el marido y su esposa con la de
Cristo y su iglesia (Efe_5:22-32).
Muchas personas aceptan la invitación a las bodas de personas que no deben casarse (Mat_5:32; Mat_19:9), pero Jesús no habría aceptado la invitación a esa boda si hubiera sido una relación adúltera. Los que quieran invitar a Jesús a sus bodas deben respetar sus enseñanzas sobre el matrimonio.”
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