miércoles, 29 de marzo de 2023

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 2 VERSICULO 1

 


EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 2 VERSICULO 1

RV1960

NVI1999

BTX4

Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.

Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús se encontraba allí.

Al tercer día, se hizo una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de JESÚS.

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et die tertio nuptiae factae sunt in Cana Galilaeae et erat mater Iesu ibi

KJV

And the third day there was a marriage in Cana of Galilee; and the mother of Jesus was there:

TCB

Año 30 d.C.

 

Al tercer día. Jua_1:43.

 

Se hicieron unas bodas. Gén_1:27, Gén_1:28; Gén_2:18-25; Sal_128:1-4; Pro_18:22; Pro_19:14; Pro_31:10-12; Efe_5:30-33; 1Ti_4:1-3; Heb_13:4.

 

En Caná de Galilea. Jua_4:46; Jua_21:2; Jos_19:28.

 

COMENTARIOS:

WARREN WIERSBE

Al tercer día" quiere decir tres días después del llamamiento de Natanael (Juan 1:45-51). Siendo que era el cuarto día de la semana que anota Juan (Juan 1:19,29,35,43), la boda tuvo lugar el séptimo día de esta semana de la nueva creación. En todo su evangelio Juan deja en claro que Jesús seguía un horario divino, obedeciendo la voluntad del Padre.

La tradición judía requería que las vírgenes se casaran el miércoles, en tanto que las viudas se casaban el jueves. Siendo el séptimo día de la semana especial mencionada en el Evangelio de Juan, se esperaría que Jesús reposara, tal como Dios había descansado el séptimo día (Génesis 2:1-3). Pero el pecado había interrumpido el descanso sabático de Dios, y fue necesario que tanto el Padre como el Hijo trabajaran (Juan 5:17; 9:4). Es más, Juan registró dos milagros específicos que Jesús deliberadamente realizó en días de reposo (Juan capítulos 5 y 9).”

SAN JUAN CRISOSTOMO

“Os he dicho ya que El era muy conocido en Galilea, por lo que lo invitan a una boda y acude. No se cuidaba de su dignidad, sino que pretendía sólo hacer el bien de cualquier modo posible. Quien no tuvo a menos asumir la naturaleza de siervo, con mayor razón no tendría inconveniente en asistir a los desposorios de unos siervos. Quien frecuentaba a los publícanos y a los pecadores, con mayor razón no rechazaría tomar parte en un convite nupcial junto a otros invitados. Sin embargo, quienes lo habían invitado no tenían de El la alta opinión de que era merecedor, y no lo habían invitado como a un personaje importante, sino como a uno de tantos, como a un conocido más. A eso alude el evangelista cuando dice: también la madre de Jesús y sus hermanos estaban allí. Igual que la invitaron a ella y a sus hermanos, invitaron también a Jesús.”

A.W PINK

Al tercer día… El tercer día es el día de la resurrección. Fue al tercer día que la tierra emergió de su tumba de agua, como al tercer día la tierra estéril se vistió de vida vegetal (Gn. 1:9, 11). Hay una escritura importante en Oseas 6:2 que debe colocarse al lado de Juan 2:1: "Después de dos días nos resucitará; al tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él." Durante casi dos mil años (dos días de Dios, ver 2 Pedro 3:8) Israel ha estado sin rey, sin sacerdote, sin hogar. Pero el segundo "Día" casi ha terminado, y cuando el Tercero amanezca, vendrá su renacimiento.

Este segundo capítulo de Juan nos presenta un presagio profético del futuro. Nos da una imagen típica de Cristo el tercer día, después de los dos días (los dos mil años) de la dispersión de Israel. Entonces Israel invitará a Jesús a que venga a ellos: porque no volverá a la tierra hasta que digan "Bendito el que viene en el nombre del Señor". Entonces el Señor se casará con el nuevo Israel, véase Isaías 54; Oseas 2, etc. Entonces Cristo convertirá el agua en vino y llenará de gozo los corazones de Israel. Entonces Israel dirá a los gentiles (sus siervos): "Hagan todo lo que él les diga". Entonces Israel rendirá obediencia incondicional a Jehová, porque Él escribirá Su ley en sus corazones (Jer. 31:33). Entonces Cristo "manifestará su gloria" (Juan 2:11) cf. Mateo 25:31; y así se reservará el mejor vino para Israel hasta el final.

Se hicieron unas bodas… Cristo aquí santifica la relación matrimonial. El matrimonio fue ordenado por Dios en el Edén y en nuestra lección, el Salvador, por todo el tiempo, puso Su sello de aprobación sobre ella. Estar presente en esta boda fue casi la primera aparición pública de Cristo después de que comenzó Su ministerio. Al honrar esta reunión festiva, nuestro Señor distinguió y glorificó esta institución sagrada. Observe que Cristo fue invitado a estar allí. La presencia de Cristo es esencial para un matrimonio feliz. El matrimonio donde no hay lugar para nuestro Señor y Salvador no puede ser bendecido por Dios: "Todo lo que hagáis... hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Cor. 10:31).”

CHARLES SPURGEON

El tercer día." Juan lleva una especie de diario de Cristo. En esos primeros días había algo para cada día, y eran una muestra de toda la vida del Salvador. Nunca podría decir, como Titus, "he perdido un día". Cada día tuvo su obra, glorificando a Dios y bendecido para los hombres. Tratemos también de trabajar por Cristo todos los días; que no haya día sin su marca. ¡Que Dios conceda que haya algo para que cada día sea memorable! "Y al tercer día se celebraron bodas en Caná de Galilea". El primer milagro de nuestro Señor no se realizó en Jerusalén; pero allá en los asentamientos traseros, en "Galilea de los gentiles". Era necesario que lo vieran y obrar milagros que pudieran verse; pero comenzó en una región oscura, entre un pueblo despreciado.

Y la madre de Jesús estaba allí: Esta expresión lleva a la creencia de que existía algún tipo de parentesco entre el novio o la novia y la madre de Jesús, pues no se dice que ella fue invitada a estar allí, sino que ella “estuvo allí.”

No se necesita una gran imaginación para imaginarse a María, probablemente en ese momento la madre viuda de nuestro Señor. Ella está llena de amor y de una disposición amable y comprensiva por naturaleza. Está en una boda y está muy contenta de que su Hijo esté allí, con el primer puñado de sus discípulos. El hecho de que estén allí ha hecho que exijan más de las provisiones de lo que se esperaba y la oferta se está agotando, por lo que ella, con una ansiedad que era natural para una madre de su edad y de su espíritu amable, piensa que Jesús ayudará.”

LUIS PALAU

“Jesús fue a las bodas, deseaba ser partícipe de la alegría reinante porque la celebración de un matrimonio siempre es sinónimo de alegría. El día del casamiento es uno de los días más felices en la vida de una pareja.

Muchos cristianos tienen una falsa idea de la espiritualidad; creen que la cara larga, el rostro sombrío, los ojos decaídos y la mirada enfermiza indican-que alguien es muy espiritual. Sin embargo, el Señor nunca dijo que fuera incorrecto alegrarse y, por el contrario, con su actitud demostraba justamente lo opuesto: él iba a las fiestas, a las fiestas decentes, a las fiestas donde había alegría. En esta ocasión, tanto él como sus discípulos fueron invitados.”

COMENTARIO BIBLICO MUNDO HISPANO

“El escenario cambia abruptamente de la zona de Betania, al otro lado del Jordán, a Caná de Galilea, un pueblo situado a pocos kilómetros de Nazaret. Hovey calcula que de Betania a Caná habría una distancia de unos 100 km, lo cual demandaría por lo menos tres días caminando. Borchert comenta que la posición de esta señal es de crucial importancia, no solo como la primera por número, sino porque funciona como la cabecera o la clave de todas las que Juan registra.

Al tercer día marca el tiempo desde el último evento registrado cuando Jesús llamó a Felipe y tuvo el encuentro con Natanael. Este sería el séptimo día de la primera semana iniciada en la sección anterior. Jesús había prometido a Natanael que vería “cosas mayores” y no demoró en comenzar a cumplir esa promesa, y lo hizo en el mismo pueblo de donde era Natanael (21:2). Y estaba allí la madre de Jesús, indicando la probabilidad de la cercanía de Caná a Nazaret y de que fuera en la casa de parientes o de amigos íntimos. Raymond Brown cita una tradición apócrifa en la cual María aparece como la tía del novio.

El verbo en el tiempo imperfecto estaba, contrastando con el verbo en el tiempo aoristo se celebró, podría significar que ella estaba pasando tiempo en ese hogar. Su proceder con los siervos y sentido de responsabilidad cuando faltaba el vino apoyan esta conjetura. No se menciona el nombre de la madre de Jesús, pero no hay duda de que fuera María. José no se menciona en este Evangelio, excepto en la expresión “hijo de José” (1:45), y no aparece en el grupo invitado a la boda; muchos suponen que había fallecido en el ínterin desde Lucas 2:51, unos 17 años antes. En cambio, algunos creen que 6:42 indica que José vivía aún.”

BRIAN BAILEY

“Esto ocurrió en el tercer día. El tercer día habla de la resurrección del Señor, pues Él resucitó después de haber estado tres días en el corazón de la tierra. Por esto, en esta señal hay una verdad concerniente a la resurrección de Cristo.

Este milagro también contiene una verdad acerca del matrimonio que se relaciona con el banquete de las bodas del Cordero mencionada en el libro de Apocalipsis, el cual también fue escrito por Juan. En Apocalipsis 19:7, se nos dice que la Esposa de Cristo “se ha preparado”. La Iglesia es la Esposa de Jesucristo y por la gracia de Dios, nosotros también queremos estar preparados para el día de bodas.”

JUAN CALVINO

Y la madre de Jesús estaba allí. Probablemente fue uno de los parientes cercanos de Cristo quien se casó con una esposa; porque se menciona a Jesús como acompañante de su madre. Del hecho de que los discípulos también están invitados, podemos inferir cuán sencilla y frugal era su forma de vida; porque vivía en común con ellos. Puede parecer extraño, sin embargo, que un hombre que no tenga gran riqueza o abundancia (como se hará evidente por la escasez del vino) invite a otras cuatro o cinco personas, por cuenta de Cristo. Pero los pobres siempre son los más dispuestos y francos en sus invitaciones; porque no temen, como los ricos, ser deshonrados, si no tratan a sus invitados con gran precio y esplendor.

Una vez más, se puede suponer que muestra una falta de cortesía, que el novio permita que sus invitados, en medio del entretenimiento, tengan falta de vino; porque parece un hombre de poca consideración no tener suficiente vino para sus invitados. Respondo, aquí no se cuenta nada que no ocurra con frecuencia, especialmente cuando la gente no está acostumbrada al uso diario del vino.

Además, el contexto muestra que fue hacia la conclusión del banquete cuando el vino se quedó corto, cuando, según la costumbre, podría suponerse que ya habían bebido bastante; porque así habla el señor de la fiesta: Otros ponen peor vino delante de los que han bebido bastante, pero tú has guardado el mejor hasta ahora. Además, no tengo ninguna duda de que todo esto fue regulado por la Providencia de Dios, para que hubiera lugar el milagro.”

JOHN MACARTHUR

“No se dice cómo recibieron la invitación Jesús y sus discípulos. Algunos han sentido, sin evidencia, que Natanael, que era de Caná, podría haberla entregado (21:2). Sin embargo, es más probable que Jesús estuviera en Nazaret y allí la hubiera recibido. Sin duda, los discípulos estaban invitados por su relación con Jesús, pues solo Natanael era de aquella zona. Jesús santificó la institución del matrimonio y la ceremonia como tal por el hecho de haber asistido a la boda y realizado allí su primer milagro.

El matrimonio es la unión sagrada de un hombre y una mujer, el momento a partir del cual se hacen uno a la vista de Dios. La ceremonia es un elemento esencial de esa unión porque en ella la pareja hace públicos los votos de permanecer fieles el uno al otro. Tanto el Antiguo Testamento (p. ej., Gn. 29:20-23; Jue. 14:10; Rut 4:10-13; Cnt. 3:11) como el Nuevo (p. ej., Mt. 22:2; 25:10; Lc. 12:36; 14:8) veían la ceremonia pública como parte necesaria del matrimonio. La participación de Jesús en la celebración revela que su ministerio es bien diferente al de Juan el Bautista, su precursor (Mt. 11:18-19). En lugar de ser la voz en el desierto, Jesús tenía la tarea más difícil de mezclarse socialmente con las personas y ministrarlas en sus actividades diarias.”

J.C RYLE

“[Estaba allí la madre de Jesús]. Debemos suponer que la virgen María estaba relacionada de alguna manera con el esposo o la esposa, y de ahí su presencia en la boda, quizá ayudando en los arreglos del banquete. Sin una suposición de este tipo es difícil comprender que hablara con los sirvientes como hace más tarde.

La ausencia del nombre de José, tanto aquí como en otros lugares donde se menciona a la madre de nuestro Señor en los Evangelios y en Hechos, ha inducido a la mayoría de comentaristas a pensar que José había muerto cuando nuestro Señor comenzó su ministerio público. Es un asunto del que no sabemos nada salvo por conjeturas. Merece la pena advertir, no obstante, que los judíos de Capernaum hablan de Jesús como “el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos” (Juan 6:42). Si hubiera sido de provecho para nosotros saber más acerca de José, se nos habría narrado. La Iglesia católica romana ya le ha otorgado una reverencia supersticiosa basándose en la autoridad de la tradición y sin el más mínimo apoyo de la Escritura. ¿Qué no habría dicho acerca de José si se le hubiera mencionado más destacadamente en la Palabra de Dios?

Lightfoot señala que una comparación de Marcos 3:18, Marcos 6:3 y Juan 19:25 hace extremadamente probable que la hermana de la virgen María —llamada en otros lugares María mujer de Cleofas o Alfeo— y toda su familia vivieran en Caná. Él hace la observación de que en la lista de los “hermanos” o primos de nuestro Señor encontramos los nombres siguientes: Jacobo, José, Judas y Simón. De estos, piensa que Jacobo, Judas y Simón eran apóstoles. Jacobo, el Apóstol al que expresamente se llama “el hermano del Señor” y el hijo de Alfeo; y Judas, al que expresamente se llama “hermano de Jacobo” (Gálatas 1:19; Judas 1). Piensa que el otro hermano, Simón, era el apóstol que es llamado Simón el cananista. Esta —según Lightfoot— es una prueba de que su padre y su madre vivían en Caná; y de ahí concluye que este banquete de bodas fue en casa de Alfeo. Alfeo y Cleofas eran la misma persona, según la opinión generalizada y con bastante fundamento.”

J. WALVOORD – R. ZUCK

“En su evangelio, Juan nunca llamó por nombre ni a sí mismo, ni a la madre de Jesús. (La madre de Jesús fue a la casa de Juan, el discípulo amado [19:27]).”

NACAR – COLUNGA

“De hecho, en el esquema literario del evangelista, en que va narrando las escenas vinculadas a una cronología explícita, este “tercer día” se refiere literariamente a la última indicación cronológica (Jn 11:4).

Ni hay inconveniente en que el punto de referencia cronológica fuese este último, ya que tres días son suficientes para ir desde la parte baja del Jordán hasta Cana y Nazaret. Desde Jericó a Beisán, entonces Escitópolis, se puede ir holgadamente en dos días. Y de aquí en uno a Cana y Nazaret. Si Cristo partió de Betania, en Transjordania, y siguió aproximadamente la ruta dicha, habría debido recorrer unos 110 kilómetros en tres días. Lo que supone unos 37 kilómetros diarios.

El emplazamiento de Cana en Galilea, para distinguirla de otra Cana en la tribu de Aser (Jos 19:28), debe de ser la actual Kefr Kenna, que está a unos siete kilómetros al nordeste de Nazaret, en la ruta de Tiberíades-Cafarnaúm. Ya desde el siglo IV hubo aquí una iglesia cristiana y una fuente abundante, de la que hablan los antiguos peregrinos. Y San Jerónimo da de ella una serie de datos que excluyen el otro emplazamiento propuesto, Khirbet Qana, que se encuentra a 14 kilómetros al norte de Nazaret, y sin tradición cristiana que la señale. Los viñedos de Kef Konna dan excelente vino.”

SAMUEL P. MILLOS

“Debe definirse el sentido temporal de el tercer día. ¿Desde cuando debe contarse? Para algunos antiguos como Teodoro de Mopsuestia, este día sería el tercero después de la presentación que Juan el Bautista hizo de Jesús, el primero sería ese (1:21), el segundo el del encuentro con Natanael (1:45) y el del relato el tercero.

Mayoritariamente se cuenta este tiempo a partir del encuentro de Jesús con Natanael, entendiendo que tanto ese como el siguiente fueron necesarios para llegar desde el lugar del encuentro hasta Caná. Por consiguiente el Señor con sus primeros seis discípulos (Andrés, Juan, Pedro, Jacobo, Felipe y Natanael) vjajaron a pie el trayecto que separaba las dos poblaciones. De este modo Juan, testigo presencial del suceso ofrece el panorama de Jesús junto con el pnmer grupo de seguidores en Caná de Galilea.”

SAN AGUSTIN

“El milagro de nuestro Señor Jesucristo de la conversión del agua en vino no es una maravilla a los ojos de quienes saben que lo ha hecho Dios. El que, con ocasión de las bodas, hizo el vino en seis ánforas, aquellas que mandó llenasen de agua, es el mismo que todos los años hace eso mismo en las vides. Lo que los servidores echaron en las hidrias fué convertido en vino por la acción del Señor. Esta misma acción convierte en vino lo que echan las nubes. Esto no nos admira, porque sucede todos los años y por la frecuencia ha dejado de ser admirable, y, sin embargo, es más digno de reflexión que lo que hizo en las hidrias de agua.

¿Quién que piense detenidamente en las obras de Dios, por las que rige y gobierna todo el mundo, no se pasma de asombro y queda como aplastado por el peso abrumador de tantos milagros ? La potencia de un grano de semilla cualquiera es cosa de tanta grandeza, que estremece de espanto a quien lo considera. Pero, como los hombres, atentos a otras cosas, no consideran las maravillas de Dios, por las que sin cesar glorificaran al Creador, se reservó Dios el hacer prodigios no ordinarios para que los hombres, que están como aletargados, despierten con estas maravillas y le rindan adoración.

Resucita a un muerto, y el hombre se admira. Nacen miles todos los días, y nadie se extraña. Sin embargo, si bien se examina, mayor milagro es comenzar a ser lo que no era que resucitar al que ya había sido. El mismo Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo hace estas maravillas por su Verbo y las gobierna el mismo que las realiza. Los primeros milagros los obra por su Verbo, que es Dios con El; y los segundos, por el mismo Verbo suyo encarnado y hecho hombre por nosotros. Del mismo modo que se admira lo realizado por Jesús hombre, se debe admirar lo realizado por Jesús Dios. Por Jesús Dios se hizo el cielo y la tierra, y toda la hermosura de los cielos, y toda la opulencia de la tierra, y la fecundidad de los mares, y todo lo que se ofrece a nuestra vista, todo se hizo por Jesús Dios. Contemplamos estas cosas, y, si se tiene su Espíritu, nos agradan de tal forma, que alabamos al Artífice.”

COMENTARIO BIBLICO BEACON

Al tercer día… La ubicación del tiempo de este hecho tiene un doble significado. El primero, de orden puramente cronológico, relaciona esto con la conversación mantenida con Natanael. La traducción literal sería “el día después de mañana” o “dos días más tarde”. El cumplimiento de la promesa hecha a Natanael, de que él vería el cielo abierto, no podía ser postergado. Fue al tercer día que Jesús manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él (Jua_2:11).

Se hicieron unas bodas. Aunque éste era un hecho histórico, Jesús empleaba frecuentemente la metáfora en sus enseñanzas acerca de la naturaleza del advenimiento del reino. Compara el reino a una boda real (Mat_22:2). Jesús se autodescribe como el Esposo y a sus discípulos como los comensales (Mar_2:19-20). En otro cuadro, Jesús es el Esposo y Juan el Bautista, el amigo o “padrino” (Jua_3:29). En otras figuras del Nuevo Testamento, la iglesia es la esposa y Cristo el esposo (2Co_11:2; Apo_21:2). En una extensa metáfora, Pablo se refiere a la iglesia como la esposa de Cristo (Efe_5:22-32).”

MATTHEW HENRY

El tiempo: «Al tercer día…» (v. Jua_2:1). El evangelista lleva su diario con toda regularidad. Nuestro Maestro empleaba el tiempo mucho mejor que Sus siervos los creyentes, y nunca se iba a dormir por la noche con la queja de haber perdido un día. Como ya dijimos, «a los tres días» completa el número 7 desde el principio del relato evangélico de Juan. El tiempo de Dios se ha cumplido (Mar_1:15), y con la perfección espiritual que comporta el número 7 (día en que Dios descansó de crear, para dedicarse de lleno a salvar—V. Jua_5:17—), va a comenzar la manifestación de la gloria de Dios en Cristo (Jua_1:14). Al tercer día, Jesús había ganado el tercer par de discípulos: Felipe y Natanael.

2. El lugar: «en Caná de Galilea». Cristo comenzó a obrar Sus milagros en un oscuro extremo del país. Su doctrina y Sus milagros no encontraron en Galilea tanta oposición como en Jerusalén.

3. La ocasión misma eran «unas bodas». Cristo quiso así honrar el carácter sagrado del matrimonio, no sólo con Su presencia, sino llevando a cabo Su primer milagro. Ver también Heb_13:4: «Sea honroso en todos…».”

WILLIAM MACDONALD

Y estaba allí la madre de Jesús. Es interesante observar que María es designada como la madre de Jesús. El Salvador no era famoso por ser el Hijo de la Virgen María, sino que ella era bien conocida porque era la madre de nuestro Señor. Las Escrituras dan siempre el puesto de preeminencia a Cristo, no a María.”

WILLIAM BARCLAY

“La escena nos presenta una fiesta de boda en una aldea. En Palestina, una boda era una ocasión especialísima. La ley judía especificaba que la boda de una virgen se debía celebrar en miércoles. Este es un detalle interesante, porque nos da una fecha desde la que podemos contar hacia atrás; si esta boda tuvo lugar el miércoles, tiene que haber sido sábado cuando Jesús se encontró por primera vez con Andrés y Juan, que se quedaron con Él todo el día. La fiesta de bodas duraba mucho más de un día. La ceremonia en sí tenía lugar por la tarde, después de una fiesta. Después de la ceremonia se acompañaba a la pareja a su nuevo hogar.

Para entonces ya había oscurecido, y la comitiva iba por las calles de la aldea a la luz de antorchas llameantes y con un dosel bajo el que iba la pareja. Los llevaban por un camino intencionadamente más largo para que hubiera más personas que tuvieran oportunidad de felicitarlos. Pero la nueva pareja no se iba para la luna de miel; se quedaban en casa, y recibían visitas toda la semana. Llevaban coronas y se vestían con su ropa de bodas. Los trataban como a un rey y a una reina, hasta dándoles ese tratamiento, y su palabra era ley. En un tiempo en que en la vida había mucha pobreza y un trabajo muy duro, esa semana de fiestas y alegría era algo especialísimo.

Jesús participaba encantado de una ocasión alegre como esa. Pero algo estuvo a punto de estropearla, se les acabó el vino. Se ha sugerido que a lo mejor una de las causas fue la venida de Jesús; porque no vino solo, sino con cuatro discípulos, y tal vez se incorporaron cuando ya se habían hecho todos los preparativos sin contar con ellos. Cinco personas más en la fiesta de una familia humilde pueden causar problemas.”

JAMES SMITH

“La «gloria» de Jesús, el carpintero, no había sido aún vista. Puede haber alguna significación en el hecho de que la primera manifestación de «Su gloria» fue al «tercer día» de su aparición a Israel, igual que el «tercer día» iba a ser el día de su mayor señal de todas: la resurrección. Observaremos:

La ocasión de esta señal. «Unas bodas en Caná.» El matrimonio es (o debiera ser) un esfuerzo unido para perfeccionar la dicha mutua. Pero esta pareja no buscó esta gran bendición sin la presencia del Señor, y por ello «fue también invitado a las bodas Jesús con sus discípulos»; y Jesús fue, porque Él desea dar su bendición a cada intento legítimo en pos de la santidad y la dicha. Toda ocasión es santa cuando está allí Jesucristo, y toda ocasión santa es dichosa.”

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