lunes, 13 de marzo de 2023

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 1 VERSICULO 20

 


 

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 1 VERSICULO 20

RV1960

NVI1999

BTX4

Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.

No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza: —Yo no soy el Cristo.

Y confesó (no negó, sino confesó): Yo no soy el CRISTO.

TR+

INA27+

VUL

καιG2532 CONJ ωμολογησενG3670 V-AAI-3S καιG2532 CONJ ουκG3756 PRT-N ηρνησατοG720 V-ADI-3S καιG2532 CONJ ωμολογησενG3670 V-AAI-3S οτιG3754 CONJ ουκG3756 PRT-N ειμιG1510 V-PAI-1S εγωG1473 P-1NS οG3588 T-NSM χριστοςG5547 N-NSM 

και G2532:CONJ Y ωμολογησεν G3670:V-AAI-3S confesó και G2532:CONJ y ουκ G3756:PRT-N no ηρνησατο G720:V-ADI-3S negó και G2532:CONJ y ωμολογησεν G3670:V-AAI-3S confesó οτι G3754:CONJ que εγω G1473:P-1NS Yo ουκ G3756:PRT-N no ειμι G1510:V-PAI-1S estoy siendo ο G3588:T-NSM el χριστος G5547:N-NSM Ungido

et confessus est et non negavit et confessus est quia non sum ego Christus

KJV

And he confessed, and denied not; but confessed, I am not the Christ.

TCB

Jua_3:28-36; Mat_3:11, Mat_3:12; Mar_1:7, Mar_1:8; Luc_3:15-17.

 

COMENTARIOS:

JOHN OWEN

“Podemos ver que los corazones y espíritus de los hombres de Israel estaban intensamente fijos en el deseo y en la expectativa de la venida del Mesías, tal como el último de los profetas testifica claramente: Mal. 3:1, "El Señor, a quien buscáis, el ángel del pacto, a quien deseáis, vendrá de repente".

A medida que se acercaba el momento de su venida, esta expectativa aumentó y se acrecentó; de modo que continuamente lo buscaban, como si viniera entre ellos a cada momento. Apenas alguien tenía la apariencia de algo extraordinario, ellos instantáneamente estaban listos para decir: "¿No es éste el Mesías?" Esto dio ventaja a varios impostores sediciosos, como Teudas y Judas de Galilea, para engañar a muchos de ellos hasta su ruina.

También le preguntaron a Juan el Bautista, según Juan 1:19, 20. Y es que vemos como se había divulgado tal informe de sus expectativas, con las predicciones y profecías sobre las que fueron construidos, que el mundo entero se dio cuenta de ello, como se ha manifestado en otras partes por los mejores historiadores romanos. Este era el estado de la iglesia judía no mucho antes de la destrucción del segundo templo. Y estaban tan fijos en sus resoluciones que él vendría en esa temporada, que durante el último asedio desolador de la ciudad bajo los romanos, todos los días esperaban cuándo el Mesias vendría a salvarlos.”

SAN JUAN CRISOSTOMO

“Escuchad ahora cómo responde ese bendito a los más íntimos pensamientos de quienes le preguntan, y no a la pregunta en sí. A quienes le preguntaban: Tú ¿quién eres?, no les contestó diciendo lo que parece apropiado responder ante una pregunta tal, a saber: Yo soy la voz que clama en el desierto. ¿Qué les contesta? Lo que podía disipar cualquier sospecha que albergaran respecto a él. A la pregunta de: Tú ¿quién eres?, según el testimonio del evangelista, él confesó y no negó. Confesó. No soy yo el Cristo. Caed en la cuenta de la sabiduría del evangelista. Tres veces refiere la misma pregunta para subrayar la virtud del Bautista y la maldad de quienes le preguntaban.

También san Lucas cuenta que, sospechando las turbas que él era el Cristo, él mismo desmintió inmediatamente los rumores que comenzaban a circular a ese propósito. Es deber del buen servidor no sólo el de no defraudar a su dueño la gloria que se le debe, sino también el de rechazar los honores que quiera tributarle la multitud. Bien es verdad, sin embargo, que la gente se hacía estas conjeturas a causa de su simpleza e ignorancia, mientras que los sacerdotes le interrogaban de mala fe, esperando, como ya he dicho, obtener de él, mediante la adulación, la declaración que deseaban. De hecho, de no haber alimentado esa esperanza, no habrían pasado a continuación a otra nueva pregunta.”

A.W PINK

“Estas palabras dan una clara insinuación del espíritu en el que los sacerdotes y levitas debieron acercarse a Juan, como también del plan de "los judíos" que los habían enviado. Para ellos, el Bautista era un intruso. Estaba fuera de los sistemas religiosos de ese día. No había sido educado en las escuelas de los rabinos, no había ocupado ningún puesto de honor en los ministerios del templo y no se le identificaba ni con los fariseos, ni con los saduceos ni con los herodianos. ¿De dónde, pues, había recibido su autoridad? Quien lo había comisionado para que saliera pidiendo a los hombres que se "arrepintieran". ¿Con qué derecho bautizó a la gente?

Uno puede imaginar el tono en que le dijeron a Juan: "¿Quién eres tú?" Sin duda esperaban intimidarlo. Esto parece claro por el hecho de que aquí se nos dice, "y él confesó, y no negó". Juan se mantuvo firme con valentía. Ni la dignidad de quienes habían enviado esta embajada a Juan, ni sus ceños amenazadores, lo conmovieron en absoluto. "Él confesó y no negó". Ojalá se encuentre valor en nosotros cuando se nos desafía con un "¿Quién eres tú?".”

DAVID GUZIK

Yo no soy el Cristo: Con énfasis, Juan le dijo a los líderes judíos quién no era él. Él no vino a atraer la atención a sí mismo, pues no era el Mesías. Su trabajo era señalar al Mesías.

i. “Juan rechazó completamente la afirmación; pero la rechazó con algunas pistas. En el griego la palabra Yo es resaltada por su posición. Fue como si Juan dijera: ‘Yo no soy el Mesías, pero, si tan solo supieran, el mesías está aquí.’” (Barclay)

ii. Confesó, y no negó: “Sincera y cuidadosamente, alejó ese honor esforzadamente con ambas manos, como conociendo el peligro de hacer mal al celoso Dios.” (Trapp)

iii. Era importante para Juan el escritor del Evangelio dejar claro a sus lectores que Juan el Bautista no afirmaba ser más de lo que era. “Hasta el 250 A.D. los reconocimientos clementinos nos dicen que ‘había algunos de los discípulos de Juan que predicaban como si su maestro fuera el Mesías.’” (Barclay).”

JUAN CALVINO

“La palabra confesar, en primera instancia, significa en general, que declaró el hecho como realmente era. En segundo lugar, se repite para expresar la forma de la confesión. Él respondió expresamente, que él no era el Cristo.”

JOHN MACARTHUR

“La pregunta implicaba que Juan podría considerarse como el Mesías, como lo indica su respuesta enfática: “Yo no soy el Cristo” (la palabra griega para Mesías). El Mesías había venido, insistió Juan, pero rechazó todo pensamiento de que él pudiera serlo. De hecho, la declaración del apóstol Juan, Confesó, y no negó, sino confesó, enfatiza la vehemencia de su negación. A diferencia de algunos de sus seguidores, él entendía perfectamente su papel subordinado como precursor de Cristo (cp. 3:25-30).”

ALBERT BARNES

“El hecho de que Juan no haya caído en la tentación de proclamarse como el Mesías prometido, es una prueba completa de que no tuvo la intención de imponerse a los hombres, sino que vino solo como el precursor de Cristo; y su ejemplo muestra que todos los cristianos, y especialmente todos los ministros cristianos, por mucho que sean honrados y bendecidos, deben estar dispuestos a depositar todos sus honores a los pies de Jesús; para mantenerse atrás y presentar ante el mundo sólo al Hijo de Dios. Hacer esto es una marca eminente del verdadero espíritu de un ministro del evangelio.”

JOHN TRAPP

“Con sinceridad y presteza; él quitó ese honor que se le atribuía con ambas manos y de manera seria, como sabiendo el peligro de hacer daño al Dios celoso en su gloria. Toda la grasa debía ser sacrificada a Dios. Bien se ha observado que Juan usa diecinueve veces este tipo de doble afirmación. Primero, para fortalecer nuestra fe. En segundo lugar, para mostrar lo ahorrativo que era de un juramento. En tercer lugar, para la mayor certeza de la cosa.”

J.C RYLE

“Esta es una forma especial de hablar que implica una afirmación enfática, inconfundible y definitiva. Da la idea de un hombre a quien repugna con santa indignación el solo pensamiento de ser considerado como el Cristo: “No me lastiméis diciéndome que alguien como yo puede ser el Cristo de Dios. Soy muy inferior a Él”.

Dice Bengel sobre este versículo: “Al negarse Juan a sí mismo, no negaba a Cristo”. Lutero hace algunos comentarios excelentes de la fuerte tentación que sale al paso de Juan aquí de aceptar para sí el honor, así como de la humildad y la fe que mostró al superarla.”

LEON MORRIS

“El evangelista podría haber escrito simplemente: “Y él dijo:”. En cambio, optó por una expresión bastante complicada: “Y él confesó y no negó; confesó:” (aunque en la NVI aparece de forma más escueta). Juan quizá quiere resaltar la seriedad de la respuesta de Juan el Bautista. Rechaza vigorosamente cualquier sugerencia que apunte a que él es el Mesías. La manera solemne con la que se introduce la respuesta de Juan aún gana más fuerza cuando nos encontramos con el pronombre enfático “yo”. “Yo no soy el Cristo” (que sería lo mismo que “¡Que el Cristo no soy yo!”).

En este capítulo, el discurso de Juan está muy marcado por el uso de este pronombre enfático. Lo usa constantemente, y siempre lo hace diferenciándose de Jesús, y poniéndose él mismo por debajo de Jesús.

Así, encontramos: “Yo soy la voz” (v. 23), “Yo bautizo” (v. 26), “Yo no soy digno” (v. 27), “de quien yo dije” (v. 30), “Yo no le conocía” (vv. 31, 33), “Yo vine bautizando” (v. 31) y “Yo le he visto” (v. 34). Esta lista demuestra que Juan declaraba una y otra vez que él era inferior al que había de venir.

En este versículo lo importante es que, independientemente de quién fuese Juan, no era el Cristo. Había un Cristo, pero no era Juan el Bautista. Para nosotros, “Cristo” se ha convertido en un mero equivalente al nombre de Jesús, pero de hecho, se trata de un título, “el Cristo”, que quiere decir “el ungido” (igual que “el Mesías”).”

 

SAMUEL P. MILLOS

Confesó, y no negó, sino confesó. La construcción de la frase es singular en los escritos de Juan, y única vez que sale en ellos. Es sin duda una tautología, compuesta por Juan en una combinación de un positivo, un negativo, y un positivo. La frase tiene el sentido de una declaración que se hace sin reserva alguna, como si se escribiese: declaró sin reserva.

Yo no soy el Cristo. La declaración que hace Juan el Bautista en respuesta a la pregunta de los judíos, es aparentemente extraña. En el relato los judíos hicieron una pregunta que requeriría otra contestación, pero Juan les manifiesta directamente que él no era el Cristo. Esto hace suponer, o bien que hubo algo más en tomo a la pregunta o que tal vez los rumores de que Juan era el Mesías, por la forma de predicar y porque bautizaba a los que aceptaban el mensaje. Con todo la respuesta de Juan es transitoria, puesto que si él no era el Cristo, estaba anunciándolo, de manera que su manifestación era inminente, esto es, el verdadero Mesías iba a aparecer en cualquier momento.”

ALFRED  WIKENHAUSER

“El Bautista capta bien el sentido de la pregunta y responde, en consecuencia, que él no es el Mesías. Con el énfasis que da al pronombre «yo», indica bien que el Mesías es otro. Pero sus interlocutores no se dan por satisfechos con la respuesta dada, porque ésta no dilucida aún el gran interrogante de si su actividad tiene algo que ver con el comienzo, que se espera ya inminente, de la era mesiánica.

Conforme a la espera escatológica de los hebreos, basada en Mal 4, 4-5 7, el profeta Elias debe preceder al Mesías en calidad de precursor inmediato, para preparar al pueblo escogido para la era de salvación. Es una idea que se halla confirmada en Mt 17:10; Mc 8:11; en san Justino y en la literatura rabínica.”

MATTHEW HENRY

“Juan responde a la pregunta:

(A) Primero, en forma negativa: «Él no dejó de confesar, sino que declaró francamente: Yo no soy el Cristo» (v. Jua_1:20. Vers. Las Grandes Nuevas). El original dice: «Confesó, y no negó, y confesó…». Como en el versículo Jua_1:3 y en 2Re_20:15, también aquí se dice lo mismo en forma afirmativa y negativa, para recalcar, contra los seguidores fanáticos del Bautista, que él no era el Mesías.

El Bautista, aquí como en otros lugares, no quiere arrebatarle a Cristo la gloria de ser el único Salvador y Esposo de la Iglesia. Las frases enérgicas del Bautista muestran la vehemencia y la constancia de su protesta. Los testigos fieles de Dios se ponen más en guardia contra el respeto indebido que contra el desprecio injusto.”

ORIGENES

“Para destruir la opinión errada que habían concebido desde el principio respecto de él, y así después brillase mejor la verdad, les dice ante todo que él no es el Cristo. Por esto sigue: "Y confesó y no negó: y confesó, que yo no soy el Cristo". Añadamos también a esto que ya en el tiempo de la venida de Jesucristo se alegraba el pueblo como si ya le tuviese delante, manifestando los doctores de la ley que según las Sagradas Escrituras era llegado el tiempo en que debía aparecer el Salvador.

Por esta razón, Teodas había reunido muchos discípulos manifestándose como si fuera el Salvador. Y después de él Judas Galileo hizo lo propio en tiempo de los hechos de los apóstoles (Hch_5:36-37). Esperándose, pues, con tal vehemencia la venida del Salvador, los judíos mandaron a preguntar a San Juan: "¿Tú quién eres?", queriendo saber si él se anunciaba como el verdadero Cristo. Y no porque él dijo "Yo no soy el Cristo", lo negó respecto de Jesús, sino que declaró la verdad en estas mismas palabras.”

WILLIAM BARCLAY

“Los judíos estaban esperando, y todavía siguen esperando los que no son cristianos, al Mesías. No había una sola idea del Mesías. Algunos esperaban al que había de traer la, paz a toda la Tierra. Otros esperaban al que había de traer el reinado de la justicia. La mayor parte esperaba un gran héroe nacional que guiara a los ejércitos judíos a la conquista de todo el mundo.

Algunos esperaban una figura sobrenatural directamente de Dios. Todavía más esperaban un príncipe de la dinastía de David. Era frecuente que surgieran supuestos Mesías que provocaban rebeliones. El tiempo de Jesús era especialmente inflamable. Era natural que le preguntaran a Juan si pretendía ser el Mesías. Juan rechazó de plano la sugerencia; pero la rechazó con un cierto matiz. En el original griego la palabra yo está subrayada por la posición que ocupa en la frase. Es como si Juan dijera: “Yo no lo soy; pero, si supierais, el Mesías ya está aquí.”


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