EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 4
VERSICULO 22 |
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RV1960 |
NVI1999 |
BTX4 |
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Vosotros
adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la
salvación viene de los judíos. |
Ahora
ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque
la salvación proviene de los judíos. |
Vosotros
adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la
salvación viene de los judíos. |
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TR+ |
INA27+ |
VUL |
|
υμειςG4771 P-2NP
προσκυνειτεG4352 V-PAI-2P οG3739 R-ASN ουκG3756 PRT-N οιδατεG1492 V-RAI-2P
ημειςG1473 P-1NP προσκυνουμενG4352 V-PAI-1P οG3739 R-ASN οιδαμενG1492
V-RAI-1P οτιG3754 CONJ ηG3588 T-NSF σωτηριαG4991 N-NSF εκG1537 PREP τωνG3588
T-GPM ιουδαιωνG2453 A-GPM εστινG1510 V-PAI-3S |
υμεις G4771:P-2NP Ustedes προσκυνειτε
G4352:V-PAI-2P están adorando ο G3739:R-ASN cual ουκ G3756:PRT-N no οιδατε
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hemos sabido οτι G3754:CONJ porque η G3588:T-NSF la σωτηρια G4991:N-NSF
liberación εκ G1537:PREP procedente de των G3588:T-GPM los ιουδαιων
G2453:A-GPM judíos εστιν G1510:V-PAI-3S está siendo |
vos
adoratis quod nescitis nos adoramus quod scimus quia salus ex Iudaeis est |
|
KJV |
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Ye worship ye know not
what: we know what we worship: for salvation is of the Jews. |
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TCB |
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Adoráis
lo que no sabéis. 2Re_17:27-29, 2Re_17:41; Esd_4:2; Hch_17:23,
Hch_17:30. Adoramos
lo que sabemos. 2Cr_13:10-12; Sal_147:19;
Rom_3:2; Rom_9:5. La
salvación viene de los judíos.
Gén_49:10; Sal_68:20; Isa_2:3; Isa_12:2, Isa_12:6; Isa_46:13; Sof_3:16,
Sof_3:17; Zac_9:9; Luc_24:47; Rom_9:4, Rom_9:5; Heb_7:14. |
COMENTARIOS:
JOHN PIPER
“Vosotros
Adoráis Lo Que No Conocéis”
“Vosotros
[samaritanos] adoráis lo que no conocéis;
nosotros adoramos lo que conocemos,
porque la salvación viene de los judíos.” Es desafiante y doloroso: el problema con ustedes, samaritanos,
no es que adoren en la montaña incorrecta, sino
que no conocen a quién adoran.
¿Por
qué no? “Porque,” dice (v. 22b), “la salvación viene de los judíos” ¿Qué
significa? ¿Significa que todos los judíos sabían a quién adoraban? No. Escuche lo que Jesús dice a los
fariseos en Juan 8:19 (los judíos más conscientes): “No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais
también a mi Padre.” Ellos ni siquiera conocen a Dios. Son idénticos a los
samaritanos. “vosotros adoráis lo que no
conocéis.”
Toda
esa adoración, dice Jesús, es vana,
vacía (Mateo 15:9). No es verdadera adoración (Juan 4:23).
“Nosotros Adoramos Lo Que Conocemos”
Entonces,
qué quiere decir Jesús en el versículo 22b: “nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los
judíos.” Quiere decir que los judíos enseñan que un Salvador viene al
mundo. Viene como el Hijo de David, el Mesías, el Siervo del Señor. Y como
habrá un Salvador, son posibles el verdadero conocimiento y la verdadera adoración
de Dios. La última cláusula en toda esta historia (que viene desde el versículo
1 hasta el 42) es el anuncio de los samaritanos en el pueblo de Sicar: “sabemos que éste es en verdad el Salvador
del mundo” (versículo 42).
Cuando
Jesús dice (versículo 22b): “la salvación
viene de los judíos”, y que por esa razón “nosotros adoramos lo que conocemos”, quiere decir que viene un Salvador al mundo, quien
hará posible que los pecadores (como las personas que se han casado cinco veces
y viven con sus novios) conozcan a
Dios, le llamen Padre, y le adoren en verdad.
Ustedes
no conocen a quien adoran porque no están dependiendo del Salvador, la salvación
que está llegando al mundo. El Salvador es el Mesías judío. Ustedes, los samaritanos,
no lo creen así. Y por tanto, la adoración que ofrecen no es verdadera.
No Hay una Religión Verdadera Sin Jesús
Es
muy importante que veamos las implicaciones que tiene este evento para nuestra situación
actual, con relación al Islam, al hinduismo, al budismo, al judaísmo, y a
cualquier otra religión que no acepte a Jesús como al Salvador divino del
mundo, quien vino para morir por los pecadores y resucitar y volverse el
mediador entre Dios y los hombres. Es importante porque de ello depende la
supremacía gloriosa, única, de Jesús sobre todas las religiones. Y porque
muchos cristianos están abandonando la verdad de que conocer, honrar, amar y
creer en Jesucristo es necesario para la salvación.
No Hay una Adoración Verdadera Sin Jesús
Por el contrario, el énfasis
de Jesús aquí, y en el resto de este evangelio, es que no hay una verdadera adoración sin recibir al Salvador que viene de los
judíos. Jesús no sólo dijo en Juan 8:19: “Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre,” sino que
también dijo en Juan 5:23: “El que no
honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.” Y en Juan 5:42–43 les había
dicho: “pero os conozco, que no tenéis el
amor de Dios en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís.”
En otras palabras, el que no sabe quién soy yo realmente, y
me honra por quien realmente soy, y me ama por quien realmente soy, no conoce u
honra el amor de Dios. Y por tanto, cualquier cosa que haga en su montaña o en
su templo, basílica, mezquita o sinagoga, no adora a Dios.
Usted
no Puede Adorar a Quien Rechaza
Ese es el mensaje
fundamental de Lucas 10:16: “el que a mí
me rechaza, rechaza al que me envió.” No tiene sentido decir que ellos
adoran cuando rechazan. Y Mateo 10:40: “el
que me recibe a mí, recibe al que me envió.” No tiene sentido decir que
ellos adoran a quien no reciben. Y Juan 5:46, que es especialmente importante
para el pueblo samaritano y judío: “Porque
si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él.” En
otras palabras, si rehúsan pertenecerme, entonces, realmente no creen en
Moisés, y la adoración que hacen en respuesta a Moisés, no es verdadera.
En un mundo contraído,
pluralístico, multicultural, relativista, como el nuestro, esto será cada vez
más difícil de creer en los años venideros. Mientras más personas usted conozca
personalmente, quienes sean muy religiosas, pero no acepten a Jesús como Señor
y Salvador, más difícil le será creer que la adoración que hacen no es
verdadera adoración. Pero si cede la valentía en nuestra fe, olvidaremos al
Jesús del Nuevo Testamento y nos uniremos al mundo que produce su propio Jesús.”
WARREN WIERSBE
“Sólo aquellos que tienen al Espíritu Santo morando en ellos,
y que obedecen la verdad, pueden adorar a Dios de manera aceptable.
Fue una declaración
devastadora decir que la adoración ya no estaba limitada al templo judío. Dicha
declaración se relaciona con Juan 2: 19-21 y también con la de Esteban en Hechos
7:48-50. El Evangelio de Juan claramente revela que hay un nuevo sacrificio (Juan 1:29), un nuevo templo (Juan 2:19-21; 4:20-24), un nuevo nacimiento (Juan 3:1-7) y una nueva agua (Juan 4:11). Los judíos que leían este evangelio
deben haberse dado cuenta que Dios estaba estableciendo en Jesucristo toda una nueva economía. La ley
del Antiguo Testamento había sido cumplida y puesta a un lado.”
SAN JUAN CRISOSTOMO
“¿Cómo es posible que los
samaritanos no conocieran lo que adoraban? Porque creían que Dios podía estar circunscrito a un lugar y ser dividido.
Así lo veneraban y así, después de anunciar a los persas «el Dios de este lugar
se irrita con nosotros», lo adoraban como se adoraría a un ídolo.
Por eso continuaban dando
culto, al mismo tiempo, a los demonios y a Dios, mezclando lo que en ninguna
manera admite mezcla. Los judíos, por el contrario, estaban a salvo de este
error, y sabían, aunque no todos, que Dios lo era del mundo. Por este motivo
dice: Vosotros adoráis lo que no
conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos. No te sorprendas de que se
incluya entre los judíos, pues
se expresa de acuerdo a la opinión que de él tenía la mujer, es decir, como si
fuera un profeta de los judíos. Por
este motivo utiliza la palabra «adoramos».
Que es objeto de adoración
es a todas luces evidente: adorar es propio de la criatura, ser adorado es lo
propio del Señor de las criaturas. Ciertamente, habla como un judío. El término
«nosotros» significa aquí «nosotros los judíos».
Exaltando lo judío, se hace
digno de crédito y más convincente en orden a que se fíen de sus palabras.
Además, libra de toda sospecha su discurso y manifiesta que no exalta su culto
por el parentesco de raza. El que se expresa de este modo acerca del lugar,
concepto del que los judíos tanto se gloriaban y por el que creían que eran
superiores, hace evidente que, cuando condena a los samaritanos, no lo hace para
halagar a nadie, sino con verdad y en
virtud de su poder profético. Entretanto había disuadido a la mujer de
estas opiniones diciendo: Créeme, mujer.
Y añadiendo seguidamente: porque la
salvación viene de los judíos.
Lo que quiere decir es que
los bienes que están en el mundo proceden de aquí. El conocimiento de Dios y la
condena de los ídolos tuvieron su principio aquí, y todas las demás verdades de
fe y el culto que vosotros practicáis, aunque de forma incorrecta, tuvieron su origen entre los judíos.
Por igual da el nombre de
salvación a estas cosas y a su venida. No se equivoca cuando llama a ambas
salvación, diciendo que una procede de los judíos. Refiriéndose a esto, Pablo
decía: De quienes según la carne procede
Cristo, Dios que está por encima de todas las cosas. ¿Ves cómo predica el
Antiguo Testamento, lo señala como raíz
de los bienes, declara que él no es
contrario en nada a la Ley y dice que de
los judíos procede el origen de todos los bienes?”
A.T ROBERTSON
“«La salvación», la salvación mesiánica que había sido durante tanto tiempo la esperanza y estrella conductora del pueblo escogido (Lc. 1:69, 71, 77; Hch. 13:26, 47). Era para todo el mundo (Jn. 3:17), pero proviene (ek) de los judíos. Esta tremenda realidad nunca debería ser olvidada, por muy indignos que los judíos se hayan mostrado de su privilegio. El Mesías, el Hijo de Dios, era judío.”
GARY BURGE
“Este es el único lugar del Nuevo
Testamento en que Jesús se alinea con las tradiciones del judaísmo: «Nosotros [enfático] adoramos lo que sabemos, porque la salvación proviene de los judíos».
Jesús es judío. El Mesías tenía que ser
judío. Por tanto, el judaísmo traza la trayectoria de la historia religiosa
a través de la cual Dios ha estado obrando. Estas palabras representan un inflexible
comentario sobre las deficiencias de las creencias samaritanas. El comentario «ustedes [pl., enfático] … adoran lo que no conocen» se dirige a su
mundo y a su tradición.”
A.W PINK
“Aquí vemos la verdad
mezclada con la gracia. Cristo no sólo actuó con fidelidad. Él fue, y es, "el testigo fiel y
verdadero". El Señor, en una palabra muy breve, resolvió el punto en
disputa, que los samaritanos estaban equivocados, y los judíos tenían razón;
los primeros eran ignorantes, los segundos estaban bien instruidos. Cristo
luego añadió una razón a lo que acababa de decir "porque la salvación es de los judíos".
Consideramos que la "salvación" aquí es equivalente a
"el Salvador", es decir, el
Mesías. De esta manera fue la palabra usada por Simeón "Señor, ahora deja a tu siervo partir en paz,
según tu palabra: porque mis ojos han visto tu salvación" (Lucas 2:29,30)
.Así también, la palabra fue usada por Juan el Bautista, "Y toda carne verá la salvación de Dios"
(Lucas 3:6). La fuerza entonces de la declaración de Cristo fue esta: El Salvador, el Mesías, se levantará de
entre los judíos y, por lo tanto, la verdadera adoración de Jehová se
encontrará entre ellos.
Se puede preguntar: ¿Por qué
el Señor Jesús debería referirse a sí mismo bajo la palabra impersonal "salvación"? Un momento de reflexión
demostrará su propiedad. Cristo seguía insistiendo en esta mujer sobre el hecho
de que era pecadora y, por lo tanto, era inútil ocupar su mente con preguntas
sobre lugares de culto. Lo que necesitaba era la salvación, y esta salvación solo podía obtenerse a
través del conocimiento de Dios revelado como Padre, en el rostro de Jesucristo.
Tal es la base, y la única
base, de la verdadera adoración
espiritual. Para adorar al Padre debemos conocerlo; y conocerlo a Él es salvación,
y la salvación es vida eterna.
¡Qué lección hay aquí para
cada obrero cristiano que respeta la manera de tratar con las almas ansiosas.
Cuando estemos hablando con tales, no los ocupemos con preguntas sobre sectas y
partidos, iglesias y denominaciones, credos y confesiones. Es cruel hacerlo. Lo
que necesitan es la salvación para conocer a Dios, para creer en el Señor
Jesucristo. Cerrémoslos a esta única cosa y rehusémonos a discutir cualquier
otra cosa con ellos hasta que hayan recibido al Salvador. Las preguntas sobre
la membresía de la iglesia, las ordenanzas, etc., tienen su lugar e interés;
pero evidentemente no son para pecadores convictos. Demasiada gente está tan
estúpidamente ansiosos por engrosar las filas de su partido, que están en grave
peligro de pensar más en lograr que la gente se les una a ellos que en llevar a
las almas ansiosas simple y plenamente a Cristo. Estudiemos diligentemente el
ejemplo del Maestro perfecto en Su trato con la mujer de Sicar.”
CHARLES SPURGEON
“Esa majestuosa palabra de
Cristo llevaba consigo convicción; la mujer lo creyó allí mismo.”
JOHN WESLEY
“Ustedes adoran y no saben qué; los samaritanos ignoran, no solo el lugar,
sino el mismo objeto de adoración. De
hecho, temieron al Señor de alguna manera; pero al mismo tiempo servían a sus
propios dioses, 2 Reyes 17:33.
La
salvación viene de los judíos - Así dijeron todos los
profetas, que el Salvador se levantaría de la nación judía, y que desde allí su
conocimiento se difundiría a todas las naciones debajo del cielo.”
LUIS PALAU
“Como sucedió en el caso de
Nicodemo, Jesús retoma el control de la
conversación y maneja las cosas de manera de volver a enfocar la atención en
las cuestiones importantes: “Mujer créeme…”
La salvación prometida
vendría de los judíos (22c) y se
cristalizaría en el Mesías. El concepto estaba claramente expresado en Sal.
147:19–20; Is. 2:3; Am. 3:2; Mi. 4:1–2.2 La salvación procedía de los descendientes
de Judá (Gn. 49:10) y estaba dirigida a Israel y a todo el mundo.”
COMENTARIO BÍBLICO MUNDO
HISPANO
“Jesús declara
explícitamente (v. 22) que la adoración en Gerizim no estaba basada en toda la
verdad revelada de Dios y, por lo tanto, no
llevaba la aprobación de Dios. Recordamos que ellos aceptaban sólo el
Pentateuco como inspirado por Dios, rechazando el resto del AT. Así, su conocimiento de Dios era parcial y por
eso su adoración era deficiente. Una explicación por la deficiencia en la
adoración en toda generación es el conocimiento parcial de Dios, por no estudiar toda la Biblia.
Nosotros
adoramos lo que sabemos, se refiere a un conocimiento que,
comparado con la revelación limitada que los samaritanos aceptaban, era
completo. No quiere decir que los judíos conocían y obedecían toda la verdad de
Dios. El AT enseñaba que el Mesías vendría por el pueblo de Dios, como “simiente de David” y por él la salvación. Se considera que el
artículo definido la que precede a salvación se refiere a la única salvación verdadera. El Mesías tendría que ser un judío;
sin embargo, los samaritanos abrigaban una esperanza de la venida de un mesías,
semejante a Moisés.”
JUAN CALVINO
“Tú adoras lo que no sabes, nosotros adoramos lo que sabemos. Ésta
es una frase digna de ser recordada, y nos enseña que no debemos intentar nada
en la religión precipitadamente o al azar; porque, a menos que haya
conocimiento, no es a Dios a quien adoramos, sino a un fantasma o ídolo. Todas
las buenas intenciones, como se les llama, son golpeadas por esta sentencia,
como por un rayo; porque aprendemos de ella,
que los hombres no pueden hacer nada más que errar, cuando son guiados por su
propia opinión sin la palabra o el mandato de Dios. Porque Cristo, al
defender la persona y la causa de su nación, muestra que los judíos son muy
diferentes de los samaritanos. ¿Y por qué?
Porque
la salvación viene de los judíos. Con estas palabras quiere
decir que tienen la superioridad a este respecto, que Dios había hecho con
ellos un pacto de salvación eterna.
Algunos lo restringen a Cristo, que era descendiente de los judíos; y, de
hecho, desde todas las promesas de Dios fueron confirmadas y ratificadas en él
(2 Corintios 1:20), no hay salvación sino
en él. Pero como no puede haber duda de que Cristo da preferencia a los
judíos por este motivo, que no adoran a una deidad desconocida, sino solo a
Dios, quien se reveló a ellos y por quien fueron adoptados como su pueblo; por
la palabra salvación debemos entender
la manifestación salvadora que les fue
hecha acerca de la doctrina celestial.
Pero, ¿por qué dice que fue de los judíos, cuando más bien fue depositado
con ellos, para que solo ellos pudieran disfrutarlo? Él alude, en mi opinión, a
lo que habían predicho los Profetas, que
la Ley saldría de Sion, (Isaías 2:3 ; Miqueas 4:2), porque estuvieron separados
por un tiempo del resto de las naciones, con
la condición expresa de que el conocimiento puro de Dios fluya de ellos al
mundo entero. A esto se suma que Dios no es adorado propiamente sino por la certeza de la fe, que no puede
producirse de otra manera que no sea la palabra de Dios. De ahí se sigue que todos los que abandonan la palabra
caen en la idolatría; porque Cristo testifica claramente que un ídolo,
o una imaginación de su propio cerebro, sustituye a Dios, cuando los hombres
ignoran al Dios verdadero; y acusa de ignorancia a todos aquellos a quienes
Dios no se ha revelado, porque tan pronto
como somos privados de la luz de su palabra, reinan las tinieblas y la ceguera.
Debe observarse que los
judíos, cuando habían dejado a un lado traidoramente el pacto de vida eterna
que Dios había hecho con sus padres, se vieron privados del tesoro que tenían
hasta ese momento; porque aún no habían sido expulsados de la Iglesia de Dios.
Ahora que niegan al Hijo, no tienen nada en común con el Padre; porque todo aquel que niega al Hijo, no
tiene al Padre (1 Juan 2:23).
Debe formarse el mismo
juicio con respecto a todos los que se han apartado de la fe pura del Evangelio
hacia sus propias invenciones y las tradiciones de los hombres. Aunque los que
adoran a Dios según su propio juicio o tradiciones humanas se adulan y aplauden
a sí mismos en su obstinación, ésta sola palabra, que truena desde el cielo, postra
todo lo que imaginan divino y santo, Tú
adoras lo que no sabes… Sigue de ahí que, si deseamos que nuestra religión
sea aprobada por Dios, debe basarse en el
conocimiento obtenido de Su palabra.”
PHILIPP MELANCHTHON
“La salvación es de los
judíos, es decir, las profecías de Cristo fueron hechas a los judíos, como
leemos en Romanos 3:2: Se les han confiado las profecías de Dios. Entonces, hay
una distinción entre gentiles y judíos. Las promesas acerca de Cristo fueron
hechas a los judíos, no a los gentiles.
Los judíos tienen un
testimonio, una palabra de Dios; los gentiles no tienen esto. Pero en lo que respecta
a la justicia de Dios, ninguna de las personas tiene ningún privilegio
especial, como dice Pablo en Romanos 3:9: ¿Entonces qué? ¿Los superamos? De
ninguna manera. Porque hemos acusado tanto a judíos como a griegos de que todos están bajo pecado. Es
decir, nadie se salva por las buenas obras. Pero la fe salva y la incredulidad condena.”
JOHN TRAPP
“Cristo también, como
hombre, adora, siendo menos que él mismo como Dios. Cristo es adorado por
ángeles como Dios, siendo más grande que él mismo como hombre.”
CHARLES SIMEON
“El camino de la salvación
ha sido uno y el mismo, desde el mismo momento en que se dio la promesa en el
Paraíso, de que “la Simiente de la mujer
heriría la cabeza de la serpiente." Pero, habiendo sido transmitido
sólo tradicionalmente, se conocía de manera muy imperfecta, incluso en la
familia de Abraham; y el mundo en general lo olvidó casi, si no del todo. Pero agradó
a Dios, cuando sacó de su servidumbre en Egipto a los descendientes de Abraham,
darles una revelación escrita de su voluntad, y darles a conocer el camino de
la salvación, no solo en su gran artículo principal, el sacrificio de Cristo,
sino en muchos detalles minuciosos, como veremos mediante una investigación de
su Ley Ceremonial.
La religión judía, en lo que
se refiere al camino de la salvación, se basaba totalmente en el sacrificio. Nadie puede acercarse a Dios sin un
sacrificio; pero por medio de sacrificios especialmente designados, cada uno
puede esperar obtener el perdón de los pecados y la aceptación de su Dios
reconciliado. Con este fin se ofrecían sacrificios cada mañana y cada tarde
durante todo el año; y en el día de reposo se duplicaban [Núm. 28: 3-4; Num 28:
9-10].
Pero en el gran día de la expiación
anual se multiplicaban, con los ritos más significativos que se puedan
imaginar. El sumo sacerdote debía tomar la sangre de los sacrificios, llevarla
dentro del velo y rociarla sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio,
en señal de que las esperanzas de todo Israel se basaban en los sacrificios
ofrecidos así como expiación por sus pecados [Levítico 16:14].
Una vez hecho esto, debía
ofrecer incienso y luego salir y bendecir al pueblo. Pero, como se ha
observado, se establecieron muchas ordenanzas especiales para su instrucción,
en cuanto a los puntos más minuciosos a los que se debía prestar atención en
esta gran obra. En algunas ocasiones, los ofensores mismos debían imponer sus
manos sobre la cabeza de sus sacrificios: en algunos, la sangre de los
sacrificios debía rociarse sobre los oferentes; en algunos, la sangre debía ser
rociada, mezclada con agua [Levítico 14:6-7. Hebreos 9:19].
Y la eficacia de todas estas
ofrendas quedó marcada de forma preeminente en la ordenanza del chivo expiatorio. Habiendo matado
una cabra, y su sangre llevada dentro del velo, otra cabra, llamada chivo
expiatorio, que había sido elegido por sorteo para este propósito, fue sacada,
y se le imputaron todos los pecados de todos los hijos de Israel por las manos
del Sumo Sacerdote; y luego fue llevado, con toda la culpa de Israel sobre su
cabeza, al desierto, para que nunca más lo viera el hombre; para que todo el
pueblo pudiera ver que se quitaban sus iniquidades y que no se les infligiera
el castigo que les correspondía.
Ahora, todo esto fue diseñado
para mostrar a esa gente el camino de la
salvación. Y, en verdad, para aquellos que tenían algún discernimiento
espiritual, la salvación se mostraba con una claridad bastante suficiente para
las circunstancias en las que se encontraba la gente. Eran niños; y debían ser enseñados como niños, por tipos y sombras:
y todos los que miraban a través de esos tipos el sacrificio que representaban,
se salvaron tan eficazmente como nosotros al mirar hacia atrás a la ofrenda que
ahora se ofreció una vez en el Calvario.
En todo esto estaba representado el cristianismo. ¿En qué se
basan las esperanzas de los cristianos, sino en el sacrificio de nuestro Señor
Jesucristo? Excepto a través de su sangre expiatoria, ninguna criatura del universo
puede llegar jamás a Dios. Al presentar esa ofrenda, él mismo era el sacerdote, así como la víctima; y habiéndose ofrecido a Dios
en la cruz, se levantó de entre los muertos y fue con su propia sangre dentro
del velo, para presentarla allí ante el Propiciatorio: y en eso funda su intercesión omnipresente.”
GRANT OSBORNE
“Esto difícilmente quiere
decir que todos los judíos serán salvos o que no hay salvación sin volverse
judío (eso se debatirá las epístolas de Pablo a los Gálatas y Romanos), sino que Cristo y su salvación vienen de la
matriz judía. Entonces Jesús claramente se identifica con su trasfondo
judío al responder a la mujer samaritana.”
J.C RYLE
“[Vosotros adoráis lo que no sabéis]. En este versículo, nuestro
Señor condena sin titubear el sistema religioso de los samaritanos en
comparación con el de los judíos. Los samaritanos no podían mostrar autoridad
escrituraria alguna, ninguna revelación de Dios que ordenara y sancionara su adoración.
En cualquier caso, era una pura invención humana que Dios jamás había
acreditado o autorizado formalmente. No tenían garantías para creer que fuera
aceptada. No tenían derecho a sentirse seguros de que sus oraciones, alabanzas
u ofrendas fueran recibidas. En resumen, todo era incierto. Prácticamente estaban
adorando a un “Dios desconocido”.
Comenta Mede que, en su
pregunta acerca del lugar, la mujer samaritana pasó por alto el objeto de la
adoración: “Preguntas acerca del lugar de adoración. Pero hay una cuestión
mucho más importante en juego entre nosotros, esto es, el Ser al que se debe
adorar, respecto al cual eres ignorante”.
[Nosotros adoramos lo que sabemos]. Como contraste con el sistema
religioso samaritano, nuestro Señor declara que los judíos podían mostrar por
lo menos una base divina y una autoridad escrituraria para todo lo que hacían
en su religión. Podían dar razón de la esperanza que había en ellos. Sabían a
quién acudían en sus cultos religiosos.
[La salvación viene de los judíos]. Nuestro Señor declara aquí que
las promesas de un Salvador y un Redentor pertenecen especialmente a los judíos
de Jerusalén. Eran descendientes de la tribu de Judá, y la casa y el linaje de
David les pertenecía. En cualquier caso, en este punto los samaritanos no tenían
derecho alguno a reivindicar igualdad con los judíos. Aun admitiendo que los
samaritanos tuvieran derecho a denominarse israelitas, pertenecían a la tribu
de Efraín, de la que en ninguna parte se dice que procedería el Mesías. Y en
realidad, los samaritanos eran de un origen tan diluido que no tenían derecho a
denominarse israelitas en absoluto.
Creo, junto con Olshausen,
que el verdadero significado de “salvación”
en este versículo es “el Salvador mismo”.
¿No apunta la afirmación que se hizo a Zaqueo en el mismo sentido? “Ha venido la salvación a esta casa”
(Lucas 19:9).
Es muy interesante la
expresión “nosotros” que aparece en
este versículo. Es un maravilloso, y casi único, ejemplo de la condescendencia
de nuestro Señor. Se complacía en hablar de sí mismo tal como aparecía a los
ojos de la samaritana, como un miembro de la nación judía: “Yo y todos los otros judíos adoramos lo que
sabemos”.
En este versículo se condena
firmemente la necedad de suponer que se debe alabar o elogiar la ignorancia en
la religión como la madre de la devoción. Cristo quiere que los cristianos “adoren lo que saben”.
Es muy sorprendente el
testimonio que se da en este lugar de la veracidad general del sistema religioso
judío. Corruptos y malvados como eran los escribas y los fariseos, Jesús
declara que la religión judía era verdadera y escrituraria. Es una triste
prueba de que una Iglesia puede mantener un credo saludable y, sin embargo, encontrarse en el camino a la perdición.
Hildersam tiene un largo
comentario acerca de las palabras “la
salvación viene de los judíos” que merece la pena leer. Considerando los
tiempos en que vivía, muestra ideas singularmente claras de los propósitos
constantes de Dios en lo concerniente a la nación judía. En estas palabras ve
la gran verdad de que todas las revelaciones de Dios al hombre se han hecho a
través de los judíos en todas las épocas.”
LEON MORRIS
“La razón por la que el
conocimiento que los judíos tienen es superior radica en que la salvación (esta
es la única vez que Juan usa este término) viene de entre ellos. ¿Cómo interpretar
esto? Podría significar que la gente se salvaba siguiendo el sistema judío, y
no siguiendo el de los samaritanos. Pero, aparte de la dificultad que
tendríamos para conjugar esta afirmación con las enseñanzas de Jesús, el
sustantivo “salvación” va precedido de
un artículo, dato que probablemente sea bastante
significativo. Jesús está hablando de forma concreta de “la
salvación”, de «aquel que
había de venir para traer salvación». Y dice que la salvación mesiánica
viene de la nación judía (“de” los
judíos, y no “está en los judíos” o “es gracias a los judíos” [Marsh, p.
217]). El Mesías es un judío.”
SAMUEL P. MILLOS
“Los samaritanos no aceptaban,
como se dice antes, más que el Pentateuco, rechazando los libros poéticos y los
proféticos. Si la Escritura, Palabra inspirada de Dios, está dada para que el
hombre le conozca, y desprecia una parte tan grande de ella, es producir un
desconocimiento personal acerca de Él. Ellos adoraban a Dios, pero desconocían
gran parte de la revelación de Dios, por
ignorancia voluntaria.
La hora de reconstruir o, si se prefiere mejor, reconducir la adoración a lo que realmente es, había llegado. Es el tiempo en que el culto no depende de un lugar determinado, sino de una orientación precisa. El culto no es una actividad, como samaritanos y judíos creían, sino una actitud. Esta verdad va a ser expuesta por Jesús en lo que sigue. Los samaritanos, sin duda con la mejor intención, se habían propuesto adorar a Dios y hacerlo de modo distinto a los judíos, pero adoraban lo que no conocían. Pablo hace constar esto también en el campo gentil, cuando habla de un altar levantado por los atenienses al dios no conocido (Hch. 17:23). La adoración es absurda si se desconoce a quien se adora.”
ALFRED WIKENHAUSER
“En Juan se lee que Cristo considera
la Escritura del AT como revelación
divina, reconoce en el templo la casa de su Padre (2,16) y acude a las
fiestas en Jerusalén. Cuando Jesús atribuye el recto conocimiento de Dios a los
judíos y lo niega a los samaritanos, se trata de un juicio compendiado, y no, en modo alguno, exhaustivo. Los samaritanos profesan la fe monoteísta y tienen la
ley de Moisés; pero sólo el pueblo judío
posee el verdadero conocimiento y la verdadera adoración de Dios, porque sólo
él es el pueblo de la revelación, y sólo él ha guardado fielmente este precioso
tesoro.
El verdadero motivo de su
afirmación está en el hecho de que, conforme al querer y a los planes de Dios,
este pueblo debe comunicar la salvación a los restantes, lo que en concreto
significa que de él ha de salir «el
Salvador del mundo» (4,42). «Porque había querido hacer depender de Israel
la salvación del mundo, el Señor conservó y desarrolló en este pueblo, mediante
una progresiva revelación, el recto conocimiento de Dios; de ahí que este
pueblo continúe siendo el conservador y depositario de la revelación» (Zahn).
Tal es precisamente el sentido de la frase «la
salvación viene de los judíos».”
MATTHEW HENRY
“Cristo se refiere a que,
por ahora, el único culto legítimo es el de los judíos en el templo de Jerusalén,
puesto que de Judá había de surgir el Salvador (Jua_1:17). Así que los
samaritanos estaban en un error, con lo que vemos que la ignorancia, en vez de
ser la madre de la devoción, es su verdugo. Quienes, con un estudio atento y
devoto de las Escrituras, han alcanzado un correcto conocimiento del Dios
verdadero, sabrán dar al Señor un culto que a ellos les resultará placentero, y
a Dios le será aceptable puesto que saben lo que adoran y adoran lo que saben.
Notemos que el Señor Jesús se complace en contarse entre los que adoran a Dios
de forma legítima («Nosotros…»). Cuando el Hijo de Dios, en Su humanidad, no se
tuvo a menos contándose entre los que rinden culto a Dios, ¿quién se creerá
demasiado alto o autosuficiente para pensar que se rebaja al mostrar su piedad
religiosa?”
W. PARTAIN – B. REEVES
“Porque la salvación viene de los judíos. -- Por esta razón Dios
mantenía su contacto con los judíos por medio de los profetas, porque del
linaje de Judá y de la familia de David vendría
el Salvador del mundo (4:42). "¿Qué
ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en
todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de
Dios" (Rom_3:1-2). Isa_2:3, de
Jerusalén saldría la Palabra del Señor.”
WILLIAM BARCLAY
“En los cultos falsos
podemos detectar tres faltas.
(A) Un culto falso es selectivo: se queda con lo que quiere saber de
Dios, y omite el resto. Los samaritanos tomaban lo que querían de las
Escrituras, y omitían el resto: La religión unilateral es una de las cosas más
peligrosas del mundo. Le es muy fácil a cualquiera el aceptar y retener las
partes de la verdad de Dios que le interesan y pasar por alto el resto. Hemos
visto, por ejemplo, que ciertos pensadores y eclesiásticos y políticos justificaban
el apartheid y la segregación racial apelando a ciertos pasajes de la
Escritura, mientras olvidaban muchos más que los condenan.
El pastor de una gran ciudad
organizó una petición a le clemencia por uno que había cometido un cierto
crimen. Le parecía que aquella era una causa en la que la piedad cristiana
tenía obligación de intervenir. Sonó su teléfono y, cuando lo descolgó, escuchó
una voz femenina que le decía:
-Estoy muy sorprendida de
que usted, un pastor evangélico, ponga todo su peso en esta petición de
clemencia.
-¿Y qué es lo que le
sorprende? -preguntó él.
-Supongo que usted conoce la
Biblia.
-Así lo espero.
-Entonces dijo la voz-, ¿no
se da usted cuenta de que la Biblia dice «Ojo
por ojo y diente por diente»?
Al parecer aquella mujer
tomaba la parte de la Biblia que le convenía para su razonamiento, y olvidaba
la gran enseñanza de Jesús sobre la misericordia en el Sermón del Monte.
Haríamos bien en recordar
que, aunque sabemos que no llegaremos nunca a abarcar todo el orbe de la
verdad, debemos proponernos como objetivo la verdad total, sin conformarnos con
los fragmentos que nos convengan en nuestra posición.
(B) Un culto falso es ignorante. El culto debe ser el acceso a Dios de
la persona total. Tenemos una inteligencia, y la obligación de ejercitarla. La
religión puede que empiece por una respuesta emocional; pero pronto le llega el
momento en que hay que razonarla. E. F. Scot decía que la religión es mucho más
que meramente un ejercicio intelectual intensivo; pero que, no obstante, una
gran parte del fracaso en materia de religión se debe a la pereza intelectual
más que a ninguna otra causa. El dejar de pensar a fondo las cosas importantes
es ya en sí un pecado. En último análisis, una experiencia religiosa no está a
salvo hasta que se puede decir, no sólo lo que se cree, sino por qué se cree.
La religión es también esperanza; pero una esperanza que tiene una razón de ser
y que no defrauda (1Pe_3:15).
(C) Un culto falso es supersticioso. Es un culto que se da, no por un
verdadero sentimiento de necesidad o por un deseo auténtico de hacerlo, sino
solamente porque la persona cree que sería peligroso no darlo. Mucha gente se
niega a pasar por debajo de una escalera, o a llevar el número 13 en una
competición o en un concurso, o a emprender cualquier cosa en martes y trece; y
se pondrá nerviosa cuando se le derrama la sal, o se le cruza un gato negro,
etcétera, etcétera. No es que crean en esas supersticiones; pero tienen la
sospecha de que puede que haya en ellas algo de verdad, y por eso es mejor mantenerse
a salvo. Hay muchas personas cuya religión se funda en una especie de temor
impreciso de lo que les podría suceder si no tuvieran en cuenta a Dios. Pero la
verdadera religión se basa, no en el miedo, sino en el amor de Dios y en la
gratitud por lo que Dios ha hecho. Demasiada religión no es más que una especie
de superstición ritual para esquivar la posible ira de dioses impredecibles.
Jesús
define el verdadero culto. Dios, dijo, es Espíritu: En cuanto uno
se da cuenta de eso, un nuevo haz de luz le envuelve. Si Dios es espíritu, no
está limitado a cosas; y, por tanto, el dar culto a una imagen es, no sólo un
absurdo, sino también un insulto a la verdadera naturaleza de Dios. Si Dios es
espíritu, no está limitado a lugares; y, por tanto, limitar el culto de Dios a
Jerusalén o a ningún otro sitio, es poner un límite a Alguien Que, por
naturaleza, sobrepasa todos los límites. Si Dios es espíritu, lo que Le
ofrezcamos tienen que ser dones del espíritu. Los sacrificios animales y todas
las cosas que hacemos los humanos son inadecuados. Las ofrendas que
corresponden a la naturaleza de Dios son los dones del espíritu: amor,
fidelidad, obediencia, dedicación.
El
espíritu es la parte más elevada de la persona
humana. Es la porción que permanece cuando la parte física se desvanece. Es la
parte que sueña los sueños y ve las visiones que, a causa de la debilidad y las
deficiencias del cuerpo, puede que nunca se hagan realidad. Es el espíritu
humano el que es la fuente de sus pensamientos e ideales y deseos más elevados.
El verdadero culto es cuando una persona, mediante su espíritu, alcanza la
amistad y la intimidad con Dios. El culto genuino no consiste en ir a un cierto
lugar, ni en llevar a cabo un cierto ritual o una cierta liturgia, ni en
ofrecer ciertos dones. El verdadero culto
es cuando el espíritu, la porción invisible e inmortal de la persona, se
encuentra con Dios y habla con el Que es invisible e inmortal.
Este pasaje termina con una gran declaración. Se había desplegado ante la Samaritana un panorama tal que la sorprendía y alucinaba. Contenía elementos por encima de su comprensión, maravillosos. Todo lo que pudo decir fue: «Cuando venga el Mesías, el Cristo, el Ungido de Dios, entonces lo entenderemos todo.» Y Jesús le dijo: «Yo, el que estoy hablando contigo, soy el Mesías.» Es como si Jesús dijera que todo eso no es un sueño de la verdad, sino la verdad misma.”
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