domingo, 18 de junio de 2023

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 4 VERSICULO 17


 

 

EVANGELIO DE JUAN CAPITULO 4 VERSICULO 17

RV1960

NVI1999

BTX4

Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;

No tengo esposo,  respondió la mujer. Bien has dicho que no tienes esposo.

Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. JESÚS le dice: Bien dijiste: No tengo marido,

TR+

INA27+

VUL

απεκριθηG611 V-ADI-3S ηG3588 T-NSF γυνηG1135 N-NSF καιG2532 CONJ ειπενG3004 V-2AAI-3S ουκG3756 PRT-N εχωG2192 V-PAI-1S ανδραG435 N-ASM λεγειG3004 V-PAI-3S αυτηG846 P-DSF οG3588 T-NSM ιησουςG2424 N-NSM καλωςG2573 ADV ειπαςG3004 V-2AAI-2S οτιG3754 CONJ ανδραG435 N-ASM ουκG3756 PRT-N εχωG2192 V-PAI-1S 

απεκριθη G611:V-ADI-3S Respondió η G3588:T-NSF la γυνη G1135:N-NSF mujer και G2532:CONJ y ειπεν G3004:V-2AAI-3S dijo αυτω G846:P-DSM a él ουκ G3756:PRT-N No εχω G2192:V-PAI-1S estoy teniendo ανδρα G435:N-ASM esposo λεγει G3004:V-PAI-3S Está diciendo αυτη G846:P-DSF a ella ο G3588:T-NSM el ιησους G2424:N-NSM Jesús καλως G2573:ADV Apropiadamente ειπας G3004:V-2AAI-2S dijiste οτι G3754:CONJ que ανδρα G435:N-ASM Esposo ουκ G3756:PRT-N no εχω G2192:V-PAI-1S estoy teniendo

respondit mulier et dixit non habeo virum dicit ei Iesus bene dixisti quia non habeo virum

KJV

The woman answered and said, I have no husband. Jesus said unto her, Thou hast well said, I have no husband:

TCB

N.T

 

COMENTARIOS:

JOHN PIPER

 “Él expone el pecado de la mujer samaritana en los versículos 17–18: “Bien has dicho: “No tengo marido,” porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad.” Ella dice en el versículo 19: “Señor, me parece que tú eres profeta.” Y luego cambia la conversación hacia el tema de la adoración.

Jesús nunca vuelve a retomar el tema del adulterio con ella. No llegará a algún lugar con eso. Lo que significa que Él no lo trajo a colación para concluir la conversación. No lo trajo a colación para condenarla. No lo mencionó para repasar los detalles. Lo mencionó para exponer la sed que ni siquiera ella sabía que tenía.

Su Profundo Vacío

Él le había ofrecido agua viva, agua que si ella bebiera en su corazón por la fe, se volvería en una fuente de agua que salta para vida eterna y para gozo, y satisfacción. Esta agua es para su alma, no para su cuerpo. Su alma está sedienta. Y ella no lo sabe. Así que Jesús se lo demostrará.

Ninguna mujer entra a una relación sexual con cinco hombres sin comenzar o terminar desesperadamente sedienta. ¿Qué sucedió con estas cinco relaciones? ¡Cinco matrimonios! ¡Cinco! En esta mujer, parece haber un vacío profundo que anhela y desea. O ella no puede encontrar un hombre que desee, y por eso va de uno a otro, creyendo desesperadamente que los hombres son el agua que ella anhela, o ellos no pueden encontrar lo que buscan en ella y uno tras otra la abandonan. O ambos. En cualquier caso, ella es abandonada con un vacío profundo, profundo, y con un pecado que es tan doloroso y tan rebelde que ella termina sellándolo. Y no hay entrada a su corazón. Está cerrado y en tinieblas. Eso es lo que Jesús sabe. Y por eso se dirige hacia esas tinieblas interiores.

Aprendiendo sobre Jesús, y Sobre Nosotros Mismos

Aquí estamos aprendiendo sobre Jesús, y estamos aprendiendo sobre nosotros mismos. Él es compasivo y agresivo, y quirúrgico e implacable con su amor. Conoce todo nuestro pasado y todo nuestro presente. Nada le es oculto. Hay una persona en el universo que le conoce completamente, la más importante. De hecho, Él es un profeta, y más que un profeta, como veremos más claramente.

Y usted se verá a sí mismo en esta mujer. Una de las evidencias de que no hemos tomado el agua de vida, o de que no hemos apaciguado nuestra sed en este manantial, es que seamos inestables como esta mujer, y siempre estemos yendo de una meta a la otra, buscando llenar el vacío que Jesús promete llenar.

Movimiento en la Vida: Fe o Frustración

Usted puede estar yendo de una pareja sexual a otra, como ella, o cambiando de amigos, trabajos, iglesias, hobbies, estilos de peinado, armarios, carros, o localizaciones. Nunca logra establecerse con una identidad profundamente satisfecha en Cristo, satisfecha diariamente con el agua que salta eternamente en comunión con Él.

No quiero decir que la vida cristiana sea estática. Pero hay una diferencia entre el movimiento confiado de la fe, y el movimiento inquieto de la frustración. En una parte, hay un movimiento agitado de una meta a la otra, porque no hay una identidad sólida, satisfecha en Cristo. Y, por otra parte, tenemos a Cristo como nuestra fuente de vida y nos movemos con plenitud de propósito y creatividad en la vida, y en el poder que da esta agua viva. Hay una diferencia entre saltar de una meta a la otra debido a la frustración, y avanzar con propósito por la fe.

Jesús está enseñándonos acerca de nosotros mismos, a la vez que nos enseña sobre su gloriosa suficiencia como Agua, Profeta, Salvador, y Mesías.

Jesús Emplea la Ironía

Aquí hay otra pista, para explicar por qué tomó esa dirección preguntándole por su esposo. ¿No le sorprende que Jesús dice, no sólo una vez, sino dos, que la mujer ha dicho la verdad? Versículos 17–18: “Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: “No tengo marido”, porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad”.

A primera vista me parece muy extraño. ¿Qué está haciendo? Entre las dos frases: “bien has dicho”, en el versículo 17, y “en eso has dicho la verdad”, en el versículo 18, hay una declaración engañosa. Ella está usando la verdad para ocultar algo. No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: “No tengo marido”, porque cinco maridos has tenido, Y tienes razón, no tienes un marido, pero estás viviendo con un hombre, y él no es tu marido. Realmente sabes cómo utilizar la verdad para confundir a las personas”.

Creo que esto es una ironía. “Bien dicho, eres alguien que dice la verdad”. Aquí se está exponiendo algo que casi siempre va de la mano con el pecado oculto, es decir, una manipulación sutil y engañosa del lenguaje, para encubrir la verdad al decir verdades. Las personas engañosas, generalmente no engañan. Es demasiado arriesgado. Engañan en la forma en que usan la verdad.

El Engaño en Nuestros Días

Este método es increíblemente prevalente en nuestros días. Algunas personas saben que lo hacen, y otras están tan adaptadas al espíritu de nuestros tiempos, que no saben lo que hacen, y quizás nunca sepan que hay algo parecido a un lenguaje con integridad (2da a los Corintios 2:17; 4:2). Las personas que no tienen un descanso en sus almas, profundo, seguro, satisfecho en el agua viva de la comunión santa con Jesús, tienden a deslizarse hacia los usos astutos del idioma, diseñados para ocultar la verdad con palabras, incluso con palabras verdaderas.

Lo que el Pecado Hace al Corazón y a la Mente

Jesús no sólo está exponiendo la profunda fe de esta mujer, que ella trata de satisfacer con hombres; Él también está exponiendo algunos de los métodos astutos que ella ha desarrollado para esconder la verdad, aun de sí misma. Ella no sabe que su necesidad es por Jesús.”

GEORGE WHITEFIELD

“El Espíritu de Dios obra y convence al alma. Y, primero, convence del pecado; y, en general, de algún pecado enorme, el peor del que quizás el condenado haya sido culpable. Así, cuando nuestro Señor estaba conversando con la mujer de Samaria, primero la convenció de su adulterio: “Mujer, ve a llamar a tu marido. La mujer respondió y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes, no es tu marido; en esto has dicho la verdad.”

Con esto hubo una convicción tan poderosa de todos sus otros pecados reales, que poco después, “dejó su cántaro y se fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid y ved a un hombre que me dijo todas las cosas que hice alguna vez: ¿no es este el Cristo? Así también nuestro Señor trató con el perseguidor Saulo: primero lo convenció del horrible pecado de la persecución; "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Le dio tal sentido de todos sus otros pecados, probablemente al mismo tiempo los revivió en su mente, que inmediatamente murió; es decir, murió a todas sus falsas explicaciones, y fue arrojado en tal agonía de alma, que continuó tres días, sin comer ni beber. Este es el método que generalmente usa el Espíritu de Dios para tratar con los pecadores; primero los convence de algún pecado real atroz, y al mismo tiempo les recuerda todos los demás pecados, y por así decirlo, los pone en orden de batalla ante ellos: “Cuando él venga, reprenderá al mundo de pecado.”

¿Y fue así con ustedes, queridos lectores? (Porque debo interrogarlos a medida que avanzo, porque pretendo, con la ayuda Divina, predicar no solo a sus mentes, sino a sus corazones).

¿Alguna vez el Espíritu de Dios recordó todos tus pecados y te hizo clamar a Dios: "Tú escribes cosas amargas contra mí?" ¿Sus pecados reales aparecieron alguna vez ante usted, como dibujados en un mapa? Si no, tiene una gran razón (a menos que haya sido santificado desde el útero) para sospechar que no está condenado, mucho más no convertido, y que la promesa del texto nunca se cumplió en sus corazones.”

WARREN WIERSBE

“La única manera de preparar el terreno del corazón para la semilla es ararlo con convicción. Por eso Jesús le dijo que llamara a su marido; la obligó a que reconociera su pecado. No puede haber conversión sin convicción. Primero debe haber convicción y arrepentimiento, y entonces puede haber la fe que salva.

Jesús había despertado su mente y atizado sus emociones, pero también tenía que tocar la conciencia, y eso exigía que confrontara el pecado de ella.

"No tengo marido", fue la afirmación más corta que ella dijo en toda la conversación. ¿Por qué? Porque fue convencida de su pecado y se quedó con la boca cerrada (Romanos 3:19). Pero fue lo mejor que pudo haberle sucedido.”

CHARLES SPURGEON

“Y, mientras ella decía “no tengo marido”, sin duda trató de parecer lo más inocente posible; pero un rubor culpable se apoderó de su rostro a pesar de su intento de contenerlo…

Siempre dele crédito a la gente por lo que está bien dicho. Si quieres ganarlos, debes tener cuidado de no ser brusco con ellos, pero admite lo que puedas de la verdad en sus declaraciones: "Bien has dicho, no tengo marido.”

LUIS PALAU

“El Señor Jesús además revela dos cosas a esta samaritana: 1) su pecado y 2) el remedio para su pecado. Jesús no encubrió el pecado ni simuló desconocer el mal que ella había hecho. No consideró su pecado como algo superficial que pudiera pasarse por alto. Todo lo contrario. El mal debía salir a la luz para que la operación fuese eficaz, para que esta mujer se sometiera al toque diestro de la mano del Hijo de Dios y así él extirpara este cáncer pecaminoso.

La mujer en verdad tenía sed de amor en la vida. De otra manera, ¿por qué correr de hombre a hombre?

Sin embargo, nunca encontró satisfacción, y tuvo que haber estado muy sedienta para pensar que un hombre podría satisfacer su alma. Ese nunca fue el plan divino para el ser humano. Dios dijo que su intención era y es que hombre y mujer sean mutua ayuda idónea, pero nunca la satisfacción de la vida.

Notemos cómo Jesús toca la llaga en el corazón de esta mujer, y cómo a pesar de ser directo, su método es suave y compasivo. Le mostró amor y paciencia. No le recriminó su proceder sino que sencillamente reveló conocerlo: “Cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido.” El conocía su pasado, tal como conoce el nuestro. Imaginemos la sorpresa de esta mujer cuando un desconocido le revela su pasado en forma clara y específica. No es extraño, entonces, que la samaritana creyera estar en presencia de un profeta. Comienza a vislumbrar que su interlocutor era más que un hombre, y este hombre no la señalaba a ella sino que señalaba el camino. Sin embargo, no es fácil reconocer el pecado; no nos gusta admitir el fracaso o la vergüenza.”

COMENTARIO BIBLICO MUNDO HISPANO

“La respuesta fue un intento de la mujer de desviar la dirección de la conversación. Lo que dijo era técnicamente correcto, pero no fue toda la verdad y esto es lo que Jesús quería. Ella naturalmente deseaba evitar la exposición de una realidad triste y dolorosa de su vida personal. Pero, tal como un cirujano con bisturí en mano, Jesús hábil y cuidadosamente sigue la “operación” para llegar al grano del mal en la vida de esta sedienta mujer.

Jesús reconoce que la respuesta de la mujer era correcta, pero había algo más, ¡mucho más! Su respuesta fue fulminante para la mujer; barrió con todas sus defensas. Expuso los secretos más tristes de esta pobre mujer, por cierto doloroso para ella, pero necesario para la sanidad espiritual desde adentro. Los cinco matrimonios, con sus divorcios, representan un fracaso doloroso y humillante, pero peor todavía, ahora estaba viviendo en adulterio. Así, su vida conyugal y moral era un desastre.”

JOHN GILL

“Lo cual era una verdad que ella no habría dicho en otro momento y lugar, ni con ninguno de sus vecinos; pero Cristo es un extraño, y no hay odio en ella por decirlo; y esto con el propósito de disculparla por ir a llamarlo, declara la verdad del asunto.

Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; esta es la verdad, es realmente un hecho, y es el verdadero estado del caso, entre usted y él, que no es su marido.”

J.C RYLE

“[Respondió la mujer […]: No tengo marido]. Estas palabras son una confesión veraz y honrada, dentro de sus limitaciones. Difícilmente sería justo preguntarse si la mujer deseaba que se supusiera que era viuda. Teofilacto y Eutimio señalan que deseaba engañar a nuestro Señor. La forma en que nuestro Señor tomó su afirmación demuestra que seguramente ella no profesó ser viuda, y es muy probable que su vestido mostrara que no lo era. Desde este punto de vista, la honradez de su confesión es digna de atención. Siempre hay más esperanza para el que confiesa honrada y francamente el pecado que para el hipócrita servil.

[Jesús le dijo: Bien has dicho […] marido]. Es preciso advertir el elogio que hace nuestro Señor de la honradez en la confesión de la mujer. Nos enseña que debemos valorar lo mejor posible las palabras de un pecador ignorante. Un médico de almas inexperto probablemente habría reprendido severamente a la mujer por su maldad si sus palabras le hubieran llevado a sospecharla. Nuestro Señor, por el contrario, dice: “Bien has dicho.”

WILLIAM HENDRIKSEN

“La respuesta de la mujer es muy abrupta. Ella, que había estado hablando tanto (4:11, 12, 15), se calla de repente. Es algo interesante contar el número de palabras de cada respuesta: según el texto griego, en el versículo nueve usa 11 palabras (en siríaco, muy semejante al samaritano, 11 palabras también); en el versículo quince, 13 palabras (siríaco, 15); en los versículos once y doce 42 palabras (siríaco, 29); pero en el versículo diecisiete, sólo 3 palabras: “no tengo marido” (οὐκ ἔχω ἄνδρα; siríaco, 3 palabras también). ¿Es, entonces, soltera? ¿Tal vez viuda? Sabe muy bien que su seca respuesta no hace honor a la verdad. La mujer se ha puesto en guardia. No quiere ser desenmascarada ni expuesta a la luz. No está dispuesta a hacer una confesión total de su pecado. Esto es lo que quisimos decir cuando en 4:7–10 declaramos: Casi sería justo decir que por un momento hizo todo lo posible para no ser salvada.

Pero el Señor no la abandona. Termina lo que ha empezado. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido. Obsérvese que Jesús pone todo el énfasis en la palabra marido. (En griego esta palabra figura en primer lugar en la respuesta de Jesús, mientras que en la afirmación de la mujer está en último, lo cual es significativo. El hecho de que algunos manuscritos tengan el mismo orden en los dos casos es una corrupción debida probablemente, al intento de armonizar). La mujer vive con un hombre. Tiene un amante; no un marido, ni siquiera en un débil sentido legal.”

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